Gabriel es un candidato sin serlo. Se la pasa caminando los distintos territorios y va enviando el mensaje. Porque para militar no es necesario tener un cargo”. Gabriel es Katopodis, el ministro de Obras Públicas de la Nación que, según explican desde su entorno, tuvo diferentes ofrecimientos “para formar parte de una lista en estas elecciones”, pero que prefirió seguir con un rol que, sabe, le abre puertas a futuro.

Tuvo ofrecimientos, habló con Máximo (Kirchner) y Cristina (Fernández de Kirchner), pero no quería ir al Congreso ya que es algo que nunca le interesó. Mira las jugadas más a largo plazo”, explican. En concreto, Katopodis prefirió pasar los últimos meses de gestión en la presidencia de Alberto Fernández, comprometido con un rol que lo lleva a recorrer todo el país y que, además, siempre tiene buena recepción por ser, justamente, la cara de la solución para una problemática.

Katopodis sabe que ese es su capital. Y apuesta a seguir sembrando para poder cosechar a futuro y, de esa manera, dejar un legado que, más adelante, le permita vender de manera clara cuál fue el trabajo realizado y así darle un contexto a sus aspiraciones. “Tiene su plataforma y un capital para más adelante”, agregan.

Cabe mencionar que, en la previa, durante las discusiones internas del Frente de Todos, Katopodis tomó un rol de diálogo con el fin de poder acercar las partes. De esa manera, formó parte de muchas reuniones tanto del lado del Presidente como también del círculo bonaerense, con Máximo como cabeza de PJ provincial y con los intendentes.

En otras palabras, ofició de nexo sin morir en el intento en medio de una interna que llegó a vivir momentos de mucha tensión. “Trabajo para la unidad y no para las internas, para que Alberto y Cristina se pongan de acuerdo y no para que se enfrenten, y estoy seguro que ese sea el camino”, decía por entonces.

Sin dudas, el ministro viene desarrollando un perfil de equilibrista que le permite estar en todas partes sin ser señalado. El acto de Cristina hace dos semanas en Santa Cruz fue una de las pruebas. Se sentó al lado de CFK y puso cara de póker cuando la vice cuestionó con dureza al Presidente por haber tensado hasta último momento la discusión sobre los pisos electorales que regirán la confección de las listas.

Hoy Katopodis siente que se logró mucho de lo que profesó. “La gente nos pidió que nos unamos para sacar a (Mauricio) Macri y después nos pidió que sigamos juntos para que la defendamos, y eso debe servir para esta elección (...) Lo que tiene que hacer el peronismo es construir la mejor unidad que pueda”, agregaba en esos momentos álgidos. La unidad, llegó.

Y ahora el ministro salió a mostrar una clara señal de apoyo. “Estamos acompañando y bancando la candidatura de Sergio en lo nacional, y se nota que hay otro clima en la calle, y en cada lugar por el que ando, que es que el peronismo ya no se prepara para una derrota digna, sino que está con la actitud de ganar esta elección”, manifestó en declaraciones a El Destape.

Y agregó: “Este armado político en el peronismo también plantea una nueva generación de dirigentes”. No fue un comentario al paso. Katopodis también se siente parte de esa renovación que se refleja al poner a competir "al mejor equipo, con Sergio (Massa) y Axel (Kicillof), que representan un estilo distinto pero tienen los mismos intereses".

Vale recordar que Katopodis fue uno de los primeros intendentes con pedido de licencia en bajarse de ir en busca de la reelección local para dejar a su delfín, el actual jefe comunal, Fernando Moreira, al frente. Eso sí, el alcalde de San Martín deberá pasar la PASO frente al dirigente del Movimiento Evita, Leonardo Grosso

La lectura del funcionario nacional va más allá de los límites del pago chico y hoy piensa en un pago grande que, en un futuro, podría tenerlo como uno de los principales actores.