La historia política muestra que, en los últimos años, los habitantes de Chubut optaron por tener un gobierno de clara cepa provincial. Durante 20 años, los vecinos y vecinas de la provincia le dieron un voto de confianza al proceso que Mario das Neves inició en 2003 y que, más allá de algunos idas y vueltas, como cuando Martín Buzzi ganó en 2011 en su representación y al mes pegó el salto al kirchnerismo, se extendió hasta el año pasado.

Sin dudas fueron 20 años de políticas dispares que dieron vida a un movimiento político local que llevó a su líder a plantarse ante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Das Neves fue un opositor incómodo que, incluso, tomó la decisión de aceptar el ofrecimiento de Eduardo Duhalde para acompañarlo en la fórmula presidencial de 2011. La derrota fue contundente: sacaron solo el 5.86 por ciento de los votos.

Radiografía política de Chubut: la provincia donde Milei cerró en su contra 20 años de conflicto interno

Durante esos años, el dasneveismo llevó adelante una dura batalla local contra el kirchnerismo dejando al peronismo dividido en dos. Sin embargo, la caída nacional de la UCR y la poca llegada de un incipiente PRO al sur del país permitió que, pese a las diferencias, el justicialismo siga gobernando a través de un provincialismo que fue y vino durante el gobierno de Mauricio Macri.

Tras la muerte de Das Neves, en noviembre de 2017, el vicegobernador Mariano Arcioni tomó el poder y luego de ganar las elecciones de 2019 comenzó una debacle política, económica y social que tuvo su máximo pico de tensión durante las 17 semanas de paro docente a fin de ese mismo año, la quema de la Legislatura y de parte de la Casa de Gobierno y una cruda compulsa en torno a la aprobación de la minería, algo que finalmente no ocurrió.

La crisis fue tan fuerte que en 2021, los candidatos de Arcioni para las elecciones legislativas terminaron en cuarto lugar con un promedio de 10 por ciento de aceptación por parte de los chubutenses. Un claro golpe interno para un gobierno al que todavía le quedaban dos años más.

Con ese marco de fondo, y sin la posibilidad de volver a presentarse, Arcioni acordó, tras la aprobación de su líder político, el entonces ministro de Economía, Sergio Massa, unirse con el resto del peronismo local luego de más de 20 años. Un pacto muy frágil que contó con el aval de quien resultó candidato a gobernador, Juan Pablo Luque (en ese momento intendente de Comodoro Rivadavia), los hermanos Ricardo y Gustavo Sastre (vicegobernador y jefe comunal de Puerto Madryn, respectivamente) y del cristinista Carlos Linares (actualmente senador nacional).

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Las diferencias entre todos los dirigentes del peronismo, incluido el entonces intendente de Trelew, Adrián Maderna, y el exvicegobernador, Gustavo Mac Karthy, quien decidió competir en dicha ciudad a través de un sello cercano a La Libertad Avanza, quedaron a la vista. 

La mala administración nacional llevó a que Arcioni adelantara las elecciones. Sin embargo, la jugada política no logró el impacto buscado. En la previa a las PASO, Nacho Torres tomó la decisión de no optar entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta y se mostró con ambos pese a contar con mayor relación con el exjefe de Gobierno porteño. De esa manera, se convirtió en el primer gobernador del PRO en la Patagonia en junio del 2023

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Se trató de un duro golpe para el peronismo y el fin de 20 años de reinado provincial para una política políticamente quebrada, con cientos de corrientes internas del peronismo, duros cruces entre el PRO y la UCR que, en su momento, llevaron a la posibilidad más concreta de un quiebre de Juntos por el Cambio. Tanto que, en las elecciones generales de octubre, JxC logró solo el 20 por ciento de los votos y quedó en tercer lugar. Detrás de Unión por la Patria y a 15 puntos de La Libertad Avanza.

En ese contexto político, Torres tomó la decisión de plantarse ante el gobierno nacional los amenazó con el no envío de los recursos naturales que dispone esa provincia. "Si el Ministerio de Economía no le entrega a Chubut sus recursos, entonces Chubut no entregará su petróleo y su gas", dispararon en el sorpresivo comunicado, que además de Torres, firmaron el resto de los gobernadores patagónicos: los peronistas Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Sergio Ziliotto (La Pampa); y el resto de los gobernadores de la región, Claudio Vidal (Santa Cruz), Rolando Figueroa (Neuquén) y Alberto Weretilneck (Río Negro).

Pero no solo eso, Torres obtuvo el apoyo unánime de los dirigentes locales a los que enfrentó en las elecciones provinciales. “Siempre vamos a defender Chubut, que ya ha sufrido las consecuencias de gobiernos centralistas. El Federalismo es nuestra única bandera”, aseguró Arcioni en respaldo al comunicado. Lo mismo hizo Luque al afirmar que “reivindico, una vez más, el derecho del pueblo chubutense a vivir mejor y la necesidad urgente que se reconozca a nuestra provincia el inmenso aporte que, con esfuerzo diario, hace al país”.

Incluso de parte del más kirchnerista de los locales. "Conmigo puede contar a muerte", sostuvo Linares. Y remarcó que tendrá su apoyo "si cumple con un posicionamiento claro contra el Gobierno nacional. No se puede ser tibio, más allá de las diferencias".

Lo que no se pudo lograr en 20 años de conflicto moderno, el presidente Javier Milei lo consiguió en poco más de 70 días de gobierno: la unidad política en una provincia ya acostumbrada a no cerrar heridas.