Este martes, se presentará en el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penales la Defensora General de la Nación, Stella Maris Martínez, uno de los sectores que será clave dentro de un sistema acusatorio pero que es históricamente ninguneado. Por lo bajo, defensores y defensoras se quejaban de varias cuestiones: que se creen muchísimas fiscalías que defensorías, que se minimice el rol de la defensa pública (que interviene en prácticamente todos los juicios relevantes); y que se destruya el fuero criminal y correccional, uno de los que tiene mejor funcionamiento dentro de la Ciudad de Buenos Aires.

Más allá de las audiencias, donde también se presentará esta semana la ministra de Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, las críticas se reproducen entre académicos y judiciales. De los que estuvieron el jueves, todos se llevaron la misma sensación: los diez minutos de exposición no alcanzan y los senadores/as presentes ni siquiera le prestan demasiada atención.

Carlos Rívolo, fiscal federal y presidente de la Asociación de Fiscales y Funcionarios del Ministerio Público Fiscal también tendrá su momento de hablar esta semana. En Py, el proyecto no gustó, por más de que la fusión con el Penal Económico traerá algunas competencias que les interesan como son los delitos tributarios. Mientras tanto, dos de sus integrantes esperan una resolución que los confirme en su lugar: Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi dejaron planteada la guerra en el fuero Contencioso Administrativo Federal, adonde fueron para cuestionar la revisión de sus traslados. Justamente ese fuero también está descontento: la fusión con el Civil y Comercial Federal (que ya se quejaron públicamente) no les resulta útil ni conveniente.

En el caso de que la reforma finalmente se apruebe en el Senado y en Diputados (algo complejo por la postura que tomó la oposición en la Cámara Baja), la reforma parece en camino de terminar judicializada como sucedió en 2013 con lo que presentó Cristina Fernández de Kirchner. Aquí, se torna clave el rol de la Corte Suprema, lugar donde terminarán si o si todos los debates. Sin ánimo belicoso, en el Máximo Tribunal monitorean todos los movimientos para cuando tengan que intervenir, ya sea en forma de analizar los traslados o toda la reforma. La relación quedó resentida con el oficialismo luego de lanzamiento del Comité Asesor que, entre otras cosas, propondrá ideas para mejorar el funcionamiento de la Corte.