Luego de la polémica generada por la decisión del gobierno nacional de reducir el cupo diario de pasajeros que ingresan del exterior de 2000 a 600, la incertidumbre y el malestar se apoderó de las entidades que se dedican al transporte aéreo.

Desde el sector reclaman un encuentro urgente con el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Advierten que varias líneas aéreas extranjeras podrían abandonar el país.

El Gobierno convocó a la Asociación Internacional de Transporte Aéreo esta mañana con el fin de analizar la decisión de establecer un cupo de 600 pasajeros por día en los vuelos internacionales que llegan al país.

No obstante, la conversación fue muy breve: solo duró 10 minutos. No estuvieron ni el ministro de Transporte, Alexis Guerrera, ni el titular de IATA, Peter Cerda. Hay gran malestar en el sector.

Una vez finalizado el encuentro, Paola Tamburelli de ANAC indicó: "Tuvimos la reunión con IATA recién. Por supuesto que IATA representa los intereses de las líneas aéreas. Ellos plantearon tratar de reducir las restricciones de los vuelos en la República Argentina. Explicamos que esto tiene que ver con el cuidado de la vida y la salud de los argentinos y argentinas. Haciendo un análisis de la evaluación epidemiológica, que por supuesto deriva en la imposición de las medidas que sean necesarias para garantizarlas".

El encuentro fue virtual y por parte del gobierno nacional participaron la titular de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), Paola Tamburelli; y el secretario de Planificación, Gastón Jaques. En tanto que en representación de IATA participa María José Taveira, representante regional de la entidad en Argentina, Paraguay y Uruguay; Alejandro Muñoz Torres, Miembro de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe de la IATA; Lars Pottgiesser, Jefe de Desarrollo Comercial de IATA para la región de las Américas.

Cabe recordar que el titular de Transporte había convocado a los representantes de IATA la semana pasada, pero sorpresivamente la organización se negó a concurrir y la reunión no se concretó. Este episodio echó más leña al fuego.

Entre las restricciones vigentes hasta el próximo 9 de julio, cuando vence el DNU actual, el Gobierno estableció un cupo diario de entrada de 600 pasajeros -anteriormente era de 2000- en los vuelos para intentar retrasar el ingreso masivo al país de la variante Delta de coronavirus, mucho más contagiosa, en el marco de la segunda ola de la Covid-19.

Días atrás, el vicepresidente para América de IATA, Peter Cerda, manifestó que había solicitado una reunión "urgente" con representantes del Gobierno nacional a los efectos de "buscar una medida más acotada para evitar el perjuicio que la disposición ocasionaba a las líneas aéreas y a los pasajeros".