La jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal federal Carlos Rívolo rechazaron este viernes ordenar nuevas medidas de prueba en relación a la llamada "pista Milman" en la causa por el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

En la causa, la querella de la exmandataria -representada por los abogados José Manuel Ubeira y Marcos Aldazábal- reclamó avanzar en la investigación de la pista que vincula al diputado nacional Gerardo Milman. Aun resta la decisión de la Cámara Federal porteña vinculada a un planteo para secuestrar el celular del legislador de Juntos por el Cambio.

Además, los abogados reclamaron urgentes medidas de prueba en torno a la declaración de la ex asesora de Milman, Ivana Bohdziewicz, quien reveló la existencia de una supuesta reunión para borrar información de los celulares.

Al responder al pedido de pruebas, la fiscalía sostuvo que "al menos hasta el momento no existe, de los elementos recabados, indicio alguno de que los teléfonos celulares que utilizaran tanto Ivana Bohdziewicz como Carolina Gómez Mónaco registraren elementos de interés vinculados con el planeamiento y/o la ejecución del intento de homicidio contra la Vicepresidenta de la Nación, acontecido el 1° de septiembre de 2022".

En esa línea, la magistrada consideró "irrazonable" dictar una medida de prueba cuando el fiscal Carlos Rívolo -que tiene delegada la investigación- “ha manifestado expresamente que el grado de convicción que asigna a las pruebas que componen la línea investigativa, no superan siquiera el examen para realizar las medidas que le fueron propuestas”.

Milman es investigado a raíz de que un testigo declaró haberlo escuchado decir en el bar Casablanca, cercano al Congreso, días antes del intento de asesinato, la frase “cuando la maten voy a estar en la Costa”. Según se comprobó en la causa el día en que habría dicho esa frase estuvo en esa confitería con sus por entonces asesoras Gómez Mónaco y Bohdziewicz.