Un nuevo dato se dio a conocer en medio de la investigación por el intento de magnicidio contra Cristina Fernández de KirchnerFernando Sabag Montiel, autor del hecho, declaró ante psiquiatras y psicólogos y aseguró que el atentado "es más simple de lo que todos creen".

Sabag Montiel fue interrogado por psicólogos, psiquiatras y médicos con el objetivo de realizar un perfil criminalístico de la persona. En el medio de la investigación, consideró que "el acto fue simple". "Es más simple de lo que todos creen: no me dijo nadie", reveló el acusado, que se sigue negando a declarar ante la Justicia.

"No tiene tanta mística, yo estoy muy tranquilo ahora", comentó Montiel en el perfil que llegó a la causa esta semana y fue pedido por el Ministerio Público. Según Infobae, el magnicida fue descripto por los expertos como una persona "pedante y llena de vanidad", a tal punto que se compara Nelson Mandela y se considera un "preso político".

El perfil, que fue sumado al expediente por la jueza María Eugenia Capuchetti, tuvo presentes a los peritos de parte y también contiene una descripción de la novia de Montiel, Brenda Uliarte, procesada como coautora del atentado. Uliarte fue menos colaborativa, con respuestas cortas, y lo poco que pudo saberse de ella es que atraviesa un cuadro depresivo.

Más allá del perfil de Sabag Montiel, todos los cañones hoy, al menos desde lo periodístico, están detrás de la figura del diputado nacional Gerardo Milman, exfuncionario de Patricia Bullrich en el ministerio de Seguridad. De hecho, por instrucción de la vicepresidenta, Cristina Kirchner pidió la recusación de la juez Capuchetti por no avanzar en la investigación sobre la figura del dirigente del PRO.

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"No vamos a dejar que este intento de asesinato quede impune. Lo mínimo que pedíamos era el secuestro de los teléfonos de las acompañantes del diputado Gerardo Milman para conocer si había alguna vinculación con el hecho. Lejos de querer esclarecer lo que sucedió, se está haciendo todo lo contrario", dijo el abogado Manuel Ubeira hace unos días en Radio 10.

Milman estuvo reunido con dos asesoras en un bar situado frente al Congreso dos días antes del ataque y allí un testigo lo escuchó decir que cuando la mataran, él se encontraría de viaje en la costa, como efectivamente sucedió.

Pero la jueza Capuchetti jamás lo llamó a declarar y tampoco secuestró los teléfonos del legislador ni de sus asesores, para analizar si aparecían vínculos o relaciones con el ataque o con los miembros del Revolución Federal, el grupo ultraviolento que investiga el juez Marcelo Martínez de Giorgi.