Como parte de su gira por Italia, el canciller Santiago Cafiero encabezó este jueves la inauguración del Pabellón argentino en la 59° Exposición Internacional de Arte de la Bienal de Venecia.

Lo hizo junto al presidente de la Bienal, Roberto Cicutto; el embajador en Italia, Roberto Carlés; la jefa de Gabinete de Cancillería, Luciana Tito; la agregada cultural en Italia, Andrea González; y autoridades de la Bienal. 

Cafiero destacó que la presencia argentina en el evento internacional y la importancia de la promoción del arte: “La diplomacia cultural, como componente nítido de la presencia argentina en el mundo, expresa la vocación de un pueblo entero por alcanzar el bienestar y la justicia social. Un mensaje de fraternidad expresado desde un país de América Latina y el Caribe, que desde hace muchos años es una zona de paz”.

Señaló, asimismo, que en esta muestra el país “estrena un nuevo puente y nada menos que en Venecia; y ese es uno de los poderes del arte: ser un puente entre culturas y entre personas. En este caso, la presentación argentina no es sólo un puente hacia el mundo interior de nuestra artista, Mónica Heller, también conecta con una Nación que una vez más se despliega aquí, en la Bienal de Venecia".

“Que nos conozcan y nos valoren en toda nuestra diversidad es un objetivo de política pública que se ensambla con las metas de desarrollo e integración, con el compromiso con que cada persona que habite la Argentina viva cada día un poco mejor que el anterior, con la defensa de los derechos humanos y con una actitud abierta y segura hacia el resto del mundo”, añadió.

El envío argentino es una videoinstalación de la artista argentina Mónica Heller, que consta de 13 módulos independientes, compuestos por proyecciones y pantallas LED de diferentes dimensiones, acompañados de un diseño de sonido envolvente y una puesta lumínica ambiental, según detallaron desde Cancillería.

Al respecto, Paula Vázquez, directora de Asuntos Culturales de la Cancillería argentina y comisaria del envío, explicó en el catálogo de la Bienal: "Hay en la obra de Heller un reconocimiento del trasfondo colectivo, mestizo, de múltiples y vitales posibilidades de transformación, alejado de cualquier cristalización de pureza, (...) que no se limita a una alabanza o posición declamativa del pasado, sino que se proyecta en el horizonte y con las pinzas del futuro".