El Frente de Todos y Juntos por el Cambio reúne a sus líderes parlamentarios para definir las presidencias de las comisiones. El oficialismo tuvo un encuentro previo con la presencia de la vicepresidenta Cristina Kirchner donde definió conceder las comisiones que correspondan a la oposición luego del recambio de diciembre y la nueva relación de fuerzas entre los bloques.

José Mayans del FdT, Luis Naidenoff y Alfredo Cornejo de la UCR y Humberto Schiavoni del PRO son los encargados de acordar los lugares que ocupará cada espacio en el reparto de las presidencias. El oficialismo apunta a quedarse con la conducción de las comisiones claves como Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Hacienda y Acuerdos. Además, busca sumar la comisión de Salud que podría quedar en manos del tucumano Pablo Yedlin. “Es probable”, aseguró una fuente con acceso al despacho del senador.

Por su parte, el nuevo número que emparejó la cantidad de senadores entre los bloques, la oposición buscará sumar la presidencia de alguna comisión importante ahora en manos del oficialismo. Desde la bancada radical guardan silencio sobre las posibles nuevas presidencias y esperan a la confirmación. 

No solo las presidencias son importantes en las negociaciones por las comisiones, también la cantidad de miembros en cada una de ellas y por ende, la posibilidad de dictaminar los proyectos sin necesidad de acordar con la oposición. Hay que recordar que el FdT perdió el quórum propio en las elecciones del 2021 pero no dejó de ser el bloque mayoritario. Con los aliados, tiene margen para maniobrar en el recinto y en los debates de comisión.

El gesto de CFK de aceptar en la discusión los pedidos de la oposición viene a poner un paño frío en medio de las tensiones con las que se terminó el año pasado. En la última sesión del 2021, con motivo de la sanción de los cambios en Bienes Personales, JxC no dio quórum y casi cae la sesión a último momento por el covid positivo de un senador peronista. En esa oportunidad, senadores oficialistas habían criticado a la oposición por “romper acuerdos parlamentarios”. 

Algunos legisladores del Frente de Todos pretendían poner en la mesa ese entredicho para negarle algún lugar en la discusión. La decisión de la titular del Senado apagó un posible foco de incendio entre los bloques mayoritarios de la Cámara alta.