Fin de año siempre es una fecha compleja, de balances y análisis retrospectivos. El 2022 tiene un diciembre atípico por el Mundial de Qatar y el gran desempeño de la Selección Argentina, pero puertas adentro, cada fuerza política ya pone blanco sobre negro. Y en ese borrador de cuentas, suma y resta, el oficialismo se prepara para un 2023 electoral complejo. 

En este sentido, el kirchnerismo hace rancho aparte y hace el doble juego de pertenecer pero a la vez ser la pata crítica de un gobierno al que no pocas veces se muestra como el primero de los opositores. Y en la previa a las fiestas, en el cierre de un año que fue de los más difíciles de las últimos tiempos en materia de inflación, las huestes de Cristina Fernández de Kirchner hicieron rancho aparte (una vez más). 

De esta manera, el presidente del Partido Justicialista bonaerense y diputado nacional Máximo Kirchner, el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, y el jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, participaron este viernes a la noche de un encuentro para cerrar el año junto a más de 2.000 militantes de Lomas de Zamora. 

El encuentro se realizó en la Quinta de Perón de San Vicente y contó con la presencia de ministros nacionales y provinciales, legisladores, intendentes e intendentas peronistas de la Provincia, se informó en un comunicado. 

"Esos 12 años pudieron ser buenos porque hubo dirigentes políticos, un presidente y fundamentalmente una presidenta que decidió bancarse el castigo de los más poderosos de la Argentina para de esa manera poner de pie a su pueblo y defender los intereses de los ciudadanos y ciudadanas argentinas", afirmó el hijo de la Vicepresidenta. 

Y añadió: "Quiero agradecerles el acompañamiento y el cariño que siempre le han dado a Cristina, y que ella ha podido devolver en cada acción de gobierno, en cada acción política o siempre que tiene la oportunidad de usar la palabra para defenderlos y proponerles un futuro mejor". 

Por su parte, De Pedro llamó a los presentes a que "encendamos el motor de la militancia de la provincia de Buenos Aires" y pidió "salir a caminar puerta por puerta, casa por casa, ciudad por ciudad, barrio por barrio para salir a ganar en el 2023. Vamos a trabajar y vamos a militar para recomponernos". 

En tanto, Insaurralde planteó que "hoy están en juego muchas más cosas que una simple elección" y agregó: "A Cristina, que es nuestra mayor líder, no solo la quisieron matar, sino que la quieren proscribir". En ese marco, pidió "pensar en el difícil momento que vive la democracia. Hoy no hay otra consigna que no sea 'mafia o democracia'" y dijo que "no hay posibilidad de democracia con estos grupos de poder". 

Del encuentro participaron también el presidente de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, Federico Otermín; la senadora Juliana Di Tullio; el ministro de Hábitat de la Nación, Santiago Maggiotti; el ministro de Infraestructura bonaerense, Leonardo Nardini. 

Estuvieron también la ministra de Gobierno Cristina Álvarez Rodríguez; la ministra de Ambiente, Daniela Vilar; el vicejefe de Gabinete, Juan Pablo de Jesús; el administrador de Vialidad Nacional, Gustavo Arrieta; el administrador de Vialidad Provincial, Hernán Yzurieta y los intendentes Nicolás Mantegazza (San Vicente); Gastón Granados (Ezeiza); Mayra Mendoza (Quilmes); Marisa Fassi (Cañuelas); Karina Menéndez (Merlo); Lucas Ghi (Morón); Carlos Ramil (Escobar); Juan Fabiani (Brown) y los legisladores provinciales, Mariano Cascallares, Adrián Santarelli y Emmanuel González Santalla.