Tras la jura de las cuatro nuevas consejeras y a la espera de la integración total, el órgano que se encarga de los procesos de selección y sanción de jueces y juezas busca “normalizar” poco a poco su funcionamiento, con el ministro Horacio Rosatti como presidente.

La tan temida “paralización” del Consejo de la Magistratura finalmente no sucedió y el organismo comenzó a funcionar con una integración de 18 miembros, a la espera de la jura de los dos representantes por el estamento político. 

La primera medida de la flamante conformación fue la exclusión, por unanimidad, del juez Walter Ricardo Bento al concurso 475, destinado a cubrir un cargo en la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal. La decisión se conoció ayer por la noche y fue en respuesta a lo que se había filtrado en las últimas semanas sobre la presencia de Bento en el concurso.

El juez federal de Mendoza no podrá seguir en carrera ya que cuenta con un procesamiento –firme- y omitió informar sus antecedentes penales cuando se escribió al concurso para ocupar el lugar que dejó en septiembre pasado Liliana Catucci. Fue el consejero-juez Ricardo Recondo, quien solicitó la exclusión de Bento.

En julio del año pasado, el juez federal fue procesado por el delito de “asociación ilícita en calidad de jefe, en concurso real con cohecho pasivo en calidad de autor por diez hechos en concurso ideal con el delito de prevaricato”. Bento es señalado como el jefe de esta banda que se encargaba de brindar “favores judiciales”. La investigación abarca también a su familia por delitos patrimoniales.

Más allá del trasfondo de la decisión, se trata de la primera resolución que tomó la nueva conformación del órgano encargado de la selección y sanción de los jueces nacionales y federales. “Horacio Daniel Rosatti. Presidente del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación”, selló el ministro de la Corte.

Aunque aún resta definirse la situación del senador del FdT Martín Doñate y de la diputada de la UCR Roxana Reyes, el Consejo busca “normalizar” paulatinamente su dinámica de trabajo, especialmente funciones elementales como los concursos y selección de magistrados. En el fuero contencioso administrativo federal hay dos causas donde se cuestiona tanto a Reyes como a Doñate que deberían resolverse en las próximas semanas.

Más allá de eso, dentro de Libertad 731 se apunta a generar un esquema de trabajo y dejar atrás la idea de paralización y polarización. Esto último parece complejo pero es clave para activar los concursos que hay pendientes, que incluyen lugares estratégicos en Comodoro Py. Ni oficialismo ni oposición tienen los números como para imponerse y hay expectativa por cómo se manejará Rosatti, que desde antes de su asunción formal ya había establecido varios diálogos con consejeros y consejeras.