El crimen del chofer de la línea 620 y el posterior ataque al ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, de parte de los compañeros de Daniel Ballesteros no solo expuso la difícil situación en torno a la inseguridad en el Conurbano sino que, además, profundizó aún más las diferencias entre el oficialismo y la oposición

Tras un prolongado silencio, el gobernador Axel Kicillof salió este martes por la noche a dar su visión sobre lo sucedido y, al igual que el Berni, echó un manto de dudas sobre los hechos acaecidos. “El asesinato al chofer de la línea 620 es prácticamente inédito. Un auto cruza el colectivo con armas de alto calibre. Parecía el robo de un blindado. Indudablemente, hay que investigarlo. Esto no parecer un robo a un colectivo; parecía el robo a un blindado pero era un colectivo”, aseguró el mandatario provincial.

Kicillof no dudó a la hora de relacionar los hechos y dirigir el foco hacia la titular del PRO, Patricia Bullrich, quien “unos días antes había estado hablando de la seguridad de los colectivos”, y lo vinculó directamente con el diputado Gerardo Millman, quien antes del atentado a la vicepresidenta habló “del asesinato a Cristina un tiempo antes”.

Sobre esto, la candidata presidencial del PRO, manifestó a través de las redes sociales: “La mentira, la cobardía de no asumir la responsabilidad de los hechos, la búsqueda de culpables y la bestialidad de las palabras del gobernador, nos muestran que NUNCA LA VERDAD SERÁ PARTE DEL RELATO KIRCHNERISTA”. 

Y agregó: “Ministro Berni: tenga la hombría de bien de un soldado de renunciar, y usted, gobernador, asuma su responsabilidad. A mí no me corren, no lo hicieron en el pasado, no lo harán ahora, y menos aún en el futuro. A su cobardía la enfrentaré con mi coraje”.

Kicillof manifestó que hay "varias cosas dudosas, está esto y después las agresiones a Berni. El ministro fue a dar la cara, lo hace habitualmente. Están empezando a aparecer cada vez más indicios, porque la misma gente que agredió al ministro los que estaban cortando la autopista no lo conocen". Y aclaró: "Uno no tiene que aventurarse, nosotros presentamos la denuncia sobre las agresiones".

De esta manera, el gobernador salió a respaldar a su funcionario. Detrás de la banca estuvo CFK, quien como dio a conocer Berni fue la primera que se comunicó para saber sobre su situación tras recibir la golpiza

Horas antes de que Kicillof salga a romper con el silencio incómodo, Berni ya le había apuntado a “agitadores del PRO”. Y en la misma línea, el gobernadora aseguró que “acá hay algo raro, tanto como con el asesinato como con esta agresión en la protesta. Otra cuestión que hay que estudiar es el accionar de la Infantería de la Ciudad de Buenos Aires. Hay que ver quiénes atacan al ministro. Veía opinólogos que parecían consentir esto o hasta incentivarlo”.

En Provincia entienden que la oposición busca reflotar algo que ya utilizó políticamente en el pasado con el crimen del kioskero en Ramos Mejía. Y que la mira está puesta en el rédito que puede sacar de la inseguridad, algo innegable para el ejecutivo bonaerense, pero que, en lo concreto, el gobernador intentó edulcorar. "La estadística de homicidios dolosas en 2019 arrojó 905, y en 2022, 731: cayó 20 por ciento. Pero eso no quita que cada uno de los casos sea tremendo. Es un tema estructural y aunque se redujo, es tremendamente alto", cerró.

Lo que queda por ver es de qué manera impactará políticamente las diferencias internas que también reflotan entre la Nación y Provincia. Todo, también, con el marco de las elecciones de fondo.

“Para eso involucramos a los intendentes, a algunos de ellos les dijimos que les íbamos a traspasar 1500 efectivos, solamente tenían que preocuparse de reclutarlos, algunos no juntaron ni uno”.

Según cifras de un informe oficial gubernamental, las 20 mil plazas nombradas por Berni son en realidad 16.501 cupos de oficiales egresados, distribuidos en 33 municipios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). No obstante, hay varios intendentes que no reclutaron ni un solo cadete.