El 2023 ya está en marcha. La atención nacional puesta en las elecciones de ayer en Ushuaia fue mucho más que una pequeña muestra. Sucede que, pese a tratarse de unos comicios de fuerte mirada local, la ciudad más poblada de Tierra del Fuego protagonizó un plebiscito de gestión y puso en perspectiva cómo está el termómetro social en relación al gobierno municipal, pero también con respecto al nacional y al provincial.

La lista del intendente Walter Vuoto se impuso con el 27 por ciento de los votos en una elección que contó con una participación del 68 por ciento de los habilitados. De esta manera, el jefe comunal logró llevarse la foto del triunfo pero con una cantidad de votos bastante menor a lo imaginado puertas adentro.

Sobre un total de 63.229 electores habilitados, el Frente Más Ushuaia obtuvo 10.759 votos y alcanzó 5 bancas para la convención constituyente que deberá resolver las modificaciones que se incorporarán a la Carta Orgánica del municipio. Un número que lo deja en una situación compleja sobre un total de 14 estatuyentes.

Ocurre que, de fondo, Vuoto aspira a lograr modificar la actual la Carta Orgánica para ir por un tercer mandato en la ciudad. Algo que en la actualidad no está permitido.

Con los resultados expuestos, el camino hacia el 2023 se puso difícil. Es que la única nómina que acompaña las intenciones del referente de La Cámpora obtuvo solo 3255 votos (8.35 por ciento) y obtuvo una banca. Se trata de la fuerza “Unidos por Ushuaia”, liderada por el gobernador Gustavo Melella.

Vuoto y Melella había llegado a un acuerdo para mantener la distancia cada uno al frente de sus objetivos, ir en busca de sus respectivas reelecciones y dejar la discusión por la gobernación para 2027. Sin embargo, la elección de ayer dejó una gran cantidad de dudas sobre cómo serán los próximos pasos.

Para Vuoto fue una jornada gris. Con su lista al frente y también con la victoria en la “interna” entre uno de los principales “cristinistas” y uno de los pocos gobernadores que salieron a hablar en favor de la reelección de Alberto Fernández.

En concreto, La Cámpora triplicó en votos a aquello que hoy puede ser tomado como parte del albertismo en medio de la discusión interna que mantiene en vilo hoy al Frente de Todos.

Sin embargo, tras los resultados, el acuerdo podría presentar un principio de incertidumbre. Lo alcanzado entre ambas fuerzas deja al oficialismo con 6 estatuyentes sobre 14 y ahora el jefe comunal deberá intentar ir en busca de acuerdos para poder alcanzar sus intenciones. Algo que resulta impensado.

Claro, no se trató de una elección polarizada. Es por eso que el bajo porcentaje alcanzado también se refleja en las otras fuerzas que formaron parte de la elección. Sin dudas, la máxima sorpresa fue la agrupación de la exdiputada nacional Liliana “Chispita” Fadul que se quedó con el segundo lugar al alcanzar los 6985 votos (17.93%), lo que le permitirá tener tres estatuyentes. Se trata de una de las principales opositoras a la reforma de la Carta Orgánica.

Otra de las decepciones fue la de Juntos por el Cambio. Pese al viaje de apoyo de la diputada nacional y exgobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, la principal fuerza opositora nacional obtuvo un 14.64 por ciento y sumó dos bancas.

Quienes también tendrán un estatuyente propios serán las fuerzas Sí Ushuaia, el Movimiento Popular Fueguino y otra de las sorpresas: Republicanos Unidos, los liberales del sur.