Diego Valenzuela es intendente de 3 de Febrero. Y el lunes se reunió con otros cuatro colegas que integran el mismo espacio político: el PRO. En el encuentro coordinaron políticas para sus municipios, pero también compartieron críticas hacia el gobernador Axel Kicillof y coincidieron en la necesidad de un “proyecto alternativo para 2021 y 2023” que surja desde los que hoy están en tareas de gestión. Es decir, los intendentes.

En diálogo con Data Clave, Valenzuela reconoció que la relación con el gobierno de la Provincia “es difícil”, y considera que “ha comenzado a insinuarse una presencia más importante en las decisiones de sectores más fanáticos del frente de Todos”.

Insistió en la necesidad de que la provincia aumente su porcentaje en la coparticipación nacional y en que el Gobierno de Kicillof gire más de estos fondos coparticipables a los municipios.

Data Clave: ¿De qué trató el encuentro de este lunes entre intendentes del PRO?

Diego Valenzuela: Nos une el trabajo político territorial y una visión de la provincia de Buenos Aires. Se trataron temas de gestión que nos preocupan, vinculados con la salida de la pandemia. La cuestión de salud, pero también la económica. Y la educación, estamos viendo la necesidad de recuperar las clases presenciales de acá a fin de año, especialmente los sextos años, que es el último año del secundario, tanto por lo emocional como por el aprendizaje. Y es importante que la provincia pueda dar ese paso, con protocolo estricto. Se habló de la relación con Nación y Provincia, que a veces avanzamos un poco más y a veces cuesta, en particular con la Provincia. Insistimos en que todos los fondos que lleguen a la Provincia se coparticipen a los municipios. Y por supuesto también hablamos de un armado a futuro, vemos cada vez más la necesidad de un proyecto alternativo para el 2021 y para el 2023. Y esa construcción debe surgir desde la legitimidad política que hoy tenemos en la Provincia los que gobernamos y hemos sido validados por el voto popular. Una propuesta bonaerense para los bonaerenses. 

D.C: ¿Cambió el tono del diálogo?

D.V: La relación no se cortó. Aún a pesar del episodio incómodo que vivimos en Olivos. La idea sigue siendo trabajar en conjunto, tanto con Nación como con municipios opositores. Sí es difícil la relación con la provincia. A pesar de que hay diálogo, hay momentos que les cuesta interpretar o visualizar las necesidades de los intendentes. Hace poco presentamos una carta con un temario al gobernador, pidiendo una audiencia, y aún no fue contestada. Está la cuestión de los fondos, que para nosotros debe coparticipar en su totalidad. Y también la cuestión de la seguridad, que veníamos hablando con insistencia respecto a que faltaba prioridad. Aún después del reclamo policial no vemos una agenda clara en ese sentido. Desde ese lugar de preocupación es que planteamos, siempre con diálogo, la necesidad de trabajar en conjunto, de ser escuchados y de encontrar los puntos de acuerdo necesarios para la gobernabilidad. 

D.C: ¿A qué atribuye esa relación con la provincia?

D.V: Hay causas múltiples. De visiones, de situaciones de origen. Y también de realidades políticas. Ha comenzado a insinuarse una presencia más importante en las decisiones de sectores más fanáticos en el frente de Todos. Y eso hace cada vez más chico el espacio para la búsqueda de consensos y el acuerdo.

D.C: La provincia tomó la decisión de marginar a Tandil de un fondo de reactivación turística por desatender el protocolo de fases. ¿Qué le parece esa decisión?

D.V: Yo estaría atento a que no haya represalias por una actitud autónoma del intendente, sea del partido que sea. Porque incluso hemos visto en municipios del frente de Todos, como Ezeiza, que han planteado propuestas disruptivas. Pero a cada intendente hay que respetar, no puede haber castigos o represalias. Se habla de Tandil pero no de Ezeiza. Igual lo que planteo es actuar con equidad y respetar el principio de autonomía municipal. Y esa es una debilidad conceptual del gobierno de la Provincia. Esa idea de quizás pensar que los municipios no son entes autónomos electos por el voto popular al igual que el gobernador. 

D.C: ¿Ustedes sostienen que todos los fondos que recibe la Provincia de Nación deben girarse a los municipios?

D.V: La Provincia recibe el 22% de los recursos nacionales. Cuando aporta el 38%. Tenemos que lograr entre todos que ese 22% se parezca cada vez más al 38%. Así como lo hizo Vidal, le pedimos a Kicillof que haga un reclamo ferviente entre los sectores políticos, con Nación y con la Justicia, para obtener la coparticipación que merecemos. Luego, de cada peso que entra a la Provincia, el 16% debe ir a los municipios, y no siempre se da eso. De los fondos que se le van a quitar ahora a la Ciudad, no se dijo, pero trascendió que no van a ser coparticipables. Si seguimos con la lógica de que Nación le gira fondos a la Provincia y la Provincia no los coparticipa, los municipios nos sentimos excluidos, y realmente los necesitamos. Somos parte de las soluciones. Todos los fondos se deben coparticipar para favorecer el municipalismo y el trabajo en conjunto. 

D.C: ¿Qué opinión le merece la quita de 1,8% de coparticipación a la Ciudad?

D.V: Siempre es bienvenido la recuperación de coparticipación en favor de la Provincia. Ese tiene que ser el camino como criterio general. Sobre el cómo, en mi opinión, eso debe darse en el marco de un diálogo institucional. No de la noche a la mañana y sin conversar entre jurisdicciones. Ojalá esa decisión se pueda hacer en un marco de diálogo con la Ciudad y que eso no resienta a la gestión de la Ciudad justo en el marco de la pandemia. Como bonaerense digo: necesitamos recuperar la coparticipación, y todos esos fondos deben distribuirse a los municipios. Además, cada vez más la Nación envía fondos discrecionales a la Provincia, y se suma este nuevo fondo. Si la excepción se hace regla, los municipios van a empezar a quedar afuera, y eso puede condicionar a nuestros distritos.