Luego de que el Gobierno ratificó su compromiso con el acuerdo alcanzado, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, señaló este miércoles que el programa suscripto por la Argentina podría requerir ser "recalibrado" para "reflejar los cambios en la economía global". Además, advirtió que "el gran riesgo" es la inflación, que también está empujada por factores “exógenos".

Así lo expresó durante el discurso formal de apertura de la Asamblea Conjunta del FMI y del Banco Mundial, que se desarrolla en Washington y donde participa el ministro de Economía, Martín Guzmán. El titular de Hacienda dijo este lunes que el Gobierno estaba comprometido con las metas del programa y anticipó el cumplimiento de los objetivos del primer trimestre.

En tanto, Georgieva sostuvo que el desafío que tiene por delante la Argentina es "la implementación del programa" a través del cual logró refinanciar los US$ 45.000 millones de deuda heredados de la administración de Mauricio Macri. En ese contexto, señaló en particular que "el gran riesgo es la inflación".

Según Georgieva, la implementación del programa requerirá "recalibrarlo para reflejar los cambios en la economía global para la Argentina". "Algunos cambios son positivos porque la Argentina es un exportador de commodities", afirmó la titular del FMI. Sin embargo, alertó que "el gran riesgo es la inflación, que también está impulsada por factores exógenos, y también cómo traer la inflación a un punto que puedan tener confianza en ahorrar en su moneda".

Esas palabras van en línea con la preocupación del Gobierno por la inflación que acumuló en el primer trimestre del año 16,1%, el valor más alto en tres décadas. El rubro alimentos, el que más preocupa, acumuló 20,9% en ese período.

El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, reconoció ayer que la inflación de abril estará por encima del 4%. Además, afirmó que la guerra en Ucrania impactará en la variación anual en “no menos de 10, 12 puntos”.

Esta situación llevó al Gobierno a dar un bono de $18.000 en dos cuotas para informales, monotributistas, trabajadoras de casas particulares, jubilados y pensionados. También a plantear la necesidad de gravar la “renta extraordinaria” que percibieron algunos sectores por el conflicto bélico en Europa.