Hasta comienzos de este año, el brasileño Ilan Goldfajn era casi un desconocido para el común del mundo económico de Argentina, a pesar de haber sido el presidente del Banco Central de Brasil durante la presidencia de Michel Temer.

Considerado un “duro”, desde los tiempos que asesoraba a Henrique Fernando Cardoso, en la segunda mitad de los 90’, Goldfajn fue desde la autoridad monetaria uno de los “ideólogos” de la amplia reforma laboral que se impuso en Brasil y de una fuerte contención al gasto fiscal que rige hasta nuestros días .

Pero saltó a las primeras planas de los diarios argentinos recién en enero, en medio de las vacaciones, cuando asumió como nuevo director para el Hemisferio Occidental en el Fondo Monetario Internacional, el cargo que había dejando vacante Alejandro Werner. Desde esa posición, Goldfajn, tendrá a su cargo la supervisión del acuerdo con la Argentina que lidera la vicedirectora Julie Kozack.

La semana pasada dejó en claro dos aspectos. No habrá “recalibración” de las metas que debe cumplir Argentina, y le sugirió al Banco Central que acelere la devaluación del peso, que fue del 4% en abril contra una inflación estimada del 6%, si quiere hacerse de dólares para engrosar las reservas.

Es que Argentina tiene que sumar unos US$ 2.600 millones entre mayo y junio para cumplir con esa meta pactada con el Fondo a mediados de marzo.

Ilan Goldfajn, el "halcón" del FMI que pone en aprietos a la Argentina
Ilan Goldfajn, el "halcón" del FMI que pone en aprietos a la Argentina

Es que entre enero y abril el BCRA lleva comprado solo 200 millones, a pesar de que la liquidación de divisas fue récord en el primer trimestre con US$ 8.000 contra las US$ 7.000 millones del año pasado.

Goldfajn, quien tiene mucha experiencia de hablar con la prensa desde que era Jefe del Departamento Económico del Banco Itaú, dejó claro esta semana durante una conferencia en Washington que "los supuestos (macroeconómicos) podrían cambiar debido al nuevo marco de la economía global, (o) nuevos shocks".

Sin embargo, "los objetivos (pactados con Argentina) son fiscales, de reservas y estructurales y esos no cambiarán, porque tenemos objetivos formales y lo que debemos hacer es ayudar a las autoridades a priorizar las medidas para cumplirlos".

Se sabe que Goldfajn no quiere ser “arrastrado” como sus antecesores en el cargo por un nuevo incumplimiento de Argentina.

El directorio del FMI aprobó el mes pasado un nuevo programa con el gobierno de Alberto Fernández por el cual refinanció US$ 41.000 millones de deuda, al tiempo que le otorgó un préstamo por otros US$ 4.000 millones para engrosar las reservas.

El propio Directorio del FMI reconoció que ese acuerdo conlleva "riesgos excepcionalmente altos" debido en parte a los efectos secundarios de la invasión de Rusia a Ucrania.

El Fondo luego habló de una recalibración temprana del programa y adelantó la fecha de la primera revisión de junio a mayo. Todavía no hay una fecha establecida para la visita de funcionarios del organismo a Buenos Aires durante la segunda quincena de junio.