Con la mayoría de los sectores recuperando sus niveles pre-pandemia y las empresas habiendo liquidado buena parte de su stock de insumos importados, “en julio empezaron a verse las primeras señales de agotamiento de la actividad”, destacó un reciente análisis del la consultora Equilibra.

“Esperamos que esta tendencia continúe en lo que resta del año y que el crédito siga reflejando el deterioro de la actividad y del consumo”, advirtió la casa de estudios que dirigen Lorenzo Sigaut Gravina y Martín Papetti. El documento destacó que el crédito registra una caída real de 5,9% en lo que va del año.

La línea comercial muestra la caída real más pronunciada (6,7% entre junio y septiembre), afectada por las trabas para acceder al mercado único de cambio que dificulta la recomposición de stocks de las empresas.

Pero además “el crédito al consumo cae 7,7% en términos reales en el año y 4,9% en el tercer trimestre, de la mano de mayores tasas de interés”, ya que los créditos personales pagan 80% de tasa nominal anual y del 71% en tarjetas de crédito.

En este marco, Equilibra apuntó a que “es cada vez menor la porción de los depósitos en pesos, que van a préstamos privados: 60% a fines de 2019 y menos del 40% en los últimos meses. Por el contrario, el financiamiento al sector público es cada vez mayor: el 60% de los depósitos en pesos está volcado a instrumentos del sector público consolidado, contra 34% en 2019”.

De manera paralela, la tenencia de bonos nacionales y provinciales en pesos en manos de los bancos “se ubica en torno al 23% de los depósitos privados en pesos, frente a 18% en marzo 2020”, por lo que hay cada vez menos dinero para el sector privado para reactivar la economía.