A la polémica instalada sobre si las televisoras pagan poco o si los clubes se aprovechan de las empresas que trató Data Clave hace algunas semanas, ahora se agrega otro capítulo. Tal como anticipara este medio, Fox (adquirida por ESPN, que a su vez es de Disney) no está dispuesto a pagar el canon mensual correspondiente a julio. ¿El motivo? La no prestación de servicios por parte del fútbol argentino, sin actividad desde mediados de marzo por la cuarentena. De la mano de Guillermo Tabanera, cabeza de Disney en la región, el grupo se niega a abonar sin que la AFA le garantice que vuelve el fútbol y que esos pagos, y los que ya realizó desde que se paró el fútbol, son a cuenta de la renovación del contrato. El no pago, escaló alto y ya se abrió una negociación de la que participa el propio Marcelo Tinelli (presidente de la flamante Liga Profesional) y directivos de la AFA en persona.

Por su parte, TNT (Turner), sí cumplió con lo que correspondía este mes. Ya se hizo efectivo el pago de los más de $ 250 millones que le corresponden pagar y ese dinero ya llegó a los clubes, dentro de un contrato que (ajuste mediante) obliga a las dos televisoras a abonar entre $500 y $550 millones este mes. Incluso, durante los meses anteriores cuando la posición aceptada por Disney ahora ya se empezaba a vislumbrar, la cúpula de Turner en el cono sur le dejó bien en claro a los dirigentes del fútbol argentino que ellos estaban dispuestos a hacerse cargo de la mitad que le corresponde a Fox en caso de que desde Disney se bajara la orden de abrirse del negocio del fútbol argentino o bien, que la fusión entre dos de los gigantes de la televisión deportiva (Fox y ESPN) quede trunca, algo que podría darse.

Dicha fusión, hoy por hoy, está lejos de aprobarse. Las leyes de competencia y anti monopolio harían lo suyo y no podrían unirse en los papeles las dos televisoras. La fusión ya sucedió de hecho con el intercambio de periodistas de una señal a la otra y movimientos en la cúpula de Fox con despidos masivos en 2019 y los primeros meses de 2020. Los interrogantes en la sede de ESPN son mayúsculos. La caída de la fusión haría peligrar la permanencia de Fox como una de las dos pantallas del fútbol nacional, y ahí se abriría la puerta para una disputa muy fuerte por la porción enorme del negocio: pack fútbol, más publicidad, más cartel por tener a uno de los torneos más requeridos en el continente a pesar de la devaluación de la moneda y el consiguiente éxodo de jugadores.

En caso de que Fox no siga y se baje de la televisación, o bien los clubes rompan el vínculo por esta cesación de pagos, es tal la importancia y el tamaño del negocio, que múltiples grupos mediáticos están interesados en tercear en la disputa. Uno de ellos, es el Grupo Clarín, histórico dueño de los derechos cuando el fútbol comenzó a venderse a privados, antes del arribo del programa Fútbol para Todos en la anterior era kirchnerista en 2009.

Otros que están interesados son el grupo que encabeza Alberto Pierri (dueño, entre otras cosas, de Telecentro) o el Grupo América (con Daniel Vila a la cabeza). Además Media Pro, empresa española que representa el ex mundialista Jorge Valdano, siempre quiere poner un pie en el fútbol argentino.

En Viamonte y en Madero, donde están las oficinas de la flamante Liga profesional, ya barajan varias posibilidades en caso de que se rompa el vínculo con Fox: que TNT tome esa parte, y se haga dueño de todo el fútbol, televisando la totalidad de los partidos; que se busque un tercer grupo mediático entre los interesados de los mencionados en el párrafo anterior, sea argentino o internacional; o bien, que la Liga tome la delantera, se quede con esa porción del negocio y busque una pantalla y estructura propia para explotar la mitad de los partidos. Esto sería el comienzo de volver a tener los derechos e ir hacia una plataforma propia que incluiría la transmisión por Internet, mediante una aplicación que le permita a los clubes tener certezas de quienes están del otro lado de las pantallas.

La guerra fría de estos días está apunto de transformarse en guerra abierta y declarada. El fútbol ya sabe lo que es romper contratos y asesorados por estudios de abogados de la city porteña aducen que no habría razones contractuales para no pagar. Los próximos días serán claves.