Los aumentos en el costo de vida no dan tregua para los bolsillos, pero no solo en los productos de consumo masivo. Los alquileres también se encuentran en el marco de un proceso de inflación, en el que los monoambientes aumentaron por encima del 100% en el último año con un valor promedio de $60.000 por mes en noviembre para ingresar a una propiedad. Mientras, el salario mínimo no llega a cubrir el costo de esa vivienda.

Un informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) resaltó que en los últimos doce meses, el precio de oferta de un monoambiente en Capital Federal aumentó 100%. En los departamentos de 2 ambientes la suba fue de 84,2% y de 84,2% en los de 3 ambientes. Por otro lado, el último dato de inflación correspondiente al mes de octubre, muestra un incremento interanual de 88% en los precios según el IPC Indec.

La mediana de los monoambientes ofertados en Capital Federal es de $60.000. El Salario Mínimo Vital y Móvil, que en noviembre fue de $57.900, cubre el 96,5% de un alquiler. Esta relación, que había mejorado a finales de 2021 y estaba alrededor del 104%, bajó casi 10 puntos porcentuales en el último año.

La mediana de las ofertas de departamentos de dos ambientes es de $70.000 y de los de tres ambientes $105.000 mensuales. “En cada categoría, los precios varían en función de otras características propias (tales como antigüedad, si posee cochera, etc.) y de su entorno (infraestructura, disponibilidad de transporte, cercanía a centros comerciales entre otras)”, explicó CESO.

Los valores expresados anteriormente no incluyen expensas, las cuales alcanzan en promedio el 15,3% del costo del precio de oferta de un alquiler. Esta proporción se encuentra en valores históricamente bajos ya que ha estado en torno al 20-25% durante 2019.

“El contexto de aceleración inflacionaria suma incertidumbre a la hora de tener que fijar valores que van a regir durante 12 meses. Esto, que es un problema macroeconómico más allá de las condiciones contractuales, se viene traduciendo en altos valores de entrada que, si bien con los ritmos de inflación actuales se licúan rápidamente, constituyen una barrera significativa para ingresar en un nuevo alquiler. Además, contribuye a incrementar la dispersión en los precios”, sostuvo CESO.