El ministro de Economía, Sergio Massa, tiene este miércoles su plato fuerte en Washington: se reúne con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, con la esperanza de que el directorio del organismo apruebe un desembolso por 7.500 millones de dólares.

El candidato de Unión por la Patria necesita esos fondos para hacer frente a los dos meses que restan para las elecciones generales del 22 de octubre, después de la sorpresa en las PASO con la victoria del ultraderechista Javier Milei.

Antes del encuentro con Georgieva, que será por la tarde, el ministro se reúne en estos momentos con el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Brian Nichols.

En la noche del martes, Massa mantuvo una cena en la casa del embajador Jorge Argüello con Juan González y Mike Pyle, del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Es sabido que Massa conoce a ambos y que tienen una buena relación, con quienes se reúne cada vez que el ministro argentino visita Estados Unidos.

El encuentro con Georgieva se concreta en la misma jornada en la que el Directorio del FMI se reúne para aprobar las revisiones quinta y sexta del Acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF) alcanzado por el personal técnico del organismo y funcionaros del Palacio de Hacienda, el 28 de julio último.

El Fondo confirmó oficialmente que, una vez concluida la revisión, la Argentina "tendrá acceso a cerca de US$ 7.500 millones". Pero parte de ese dinero se usará para pagar los préstamos que el gobierno tomó para no quedar en mora con el FMI.

Luego de la cancelación de esos préstamos, en Economía esperan quedarse con un neto de 3.400 millones de dólares que se sumarán a otros 3.700 millones de dólares adicionales y otros 1.731 millones de dólares recaudados por el Banco Central, los últimos 20 días, luego de nuevas medidas a las importaciones y la devaluación del dólar del 22% tras las PASO.

Esta semana se cumplen ya 4 meses desde que Massa encaró la renegociación del programa con el FMI, a raíz del impacto de la sequía, problema que de por sí es considerado por el ministro como "el mayor escollo de su gestión, y que obligó a cambiar las reglas de juego con el organismo".

En conferencia de prensa, el ministro de Economía reconoció que "la exigencia del FMI de pedirle a la Argentina una devaluación de su moneda tiene un impacto en la inflación y el Gobierno aspira a corregir esa situación con medidas que se van a anunciar en los próximos días".

"Serán dos o tres por día, por el lapso de una semana, y tendrá que ver con la recomposición de ingresos y apuntalar el sector productivo", expresaron fuentes de la delegación argentina.Massa consideró que, tras el efecto inflacionario esperado para agosto "por la devaluación dispuesta por imposición del FMI", el equipo económico espera que la evolución de los precios "en septiembre y octubre vuelva a niveles razonables".