No falta mucho. Entre el 14 y 16 de diciembre se realizará una nueva “Cumbre del Mercosur” en la que los mandatarios de los cuatro países fijarán sus posiciones acerca del intercambio comercial dentro del bloque y con otros países y regiones , y en el que Argentina asumirá la “presidencia per tempore” hasta junio.

En esta reunión, que hasta ahora se realizaría de manera virtual “no hay que esperar avances significativos” debido a las diferencias de agendas que tiene Argentina respecto a Brasil y Uruguay, principalmente, dijo el integrante de la consultora Abeceb, Tobías Pejkovich, a Data Clave.

Explicó que, a partir de la asunción de la presidencia hasta el 30 de junio “Argentina impulsará la incorporación de Bolivia al bloque” iniciativa que tiene el aval de Uruguay y Paraguay “pero que es resistida por el Parlamento de Brasil. Lo va a impulsar desde lo diplomático, pero sin forzar, porque Alberto Fernández y Jair Bolsonaro están limando las diferencias”.

Pejkovich se refirió así el primer encuentro bilateral en casi un año de gestión de Fernández que mantuvieron ambos mandatorios, en la que el presidente argentino llamó a “superar las diferencias” que habían mantenido en el pasado reciente.

De esta manera, Fernández se refirió implícitamente a la decisión argentina de fines de abril de “no participar” en las negociaciones comerciales que el Mercosur lleva adelante con otros países, como Canadá, Coreo del Sur, o Singapur.

Esa decisión generó el rechazo de los otros tres miembros, y la advertencia de Brasil de que “seguiría adelante” con las negociaciones, con o sin Argentina, lo que motivó que Fernández reviera su posición. Ese “episodio” mostró que, mientras Argentina, quiere “tomarse un tiempo” para avanzar en los acuerdos, como por ejemplo, el ya iniciado con la Unión Europea (UE) mientras que Paraguay, Uruguay y Brasil, quieren imprimir una velocidad mayor.

Además, estos países, apuntan a una rápida integración con Canadá, Corea del Sur, China o Singapur, y desde la cancillería que dirige Felipe Solá apunta a acuerdos con Perú, Ecuador, o Medio Oriente.

Pero también Argentina debe limar sus asperezas con Lacalle Pou, entre otros temas, respecto al manejo de la Hidrovía, el canal de navegación por los ríos Uruguay y Paraguay, por los cuales salen gran parte de las exportaciones. Fernández quiere aumentar el calado de esos ríos para que operen barcos de gran calado durante todo el año y para eso se necesitan hacer obras en las aguas donde tienen jurisdicción los otros tres países.

También se enfrenta a la decisión de la provincia de Buenos Aires de ampliar el Canal Magdalena, lo que daría una entrada alternativa a la Hidrovía, en detrimento a la que maneja hoy posee Uruguay.

Mercosur-UE y una integración con varios condicionamientos

Otro de los temas que deberá afrontar Argentina en su presidencia del Mercosur es el proyecto de integración con la Unión Europea en la búsqueda de crear la mayor zona de libre comercio del mundo, iniciativa aprobada en el 2019.

La semana pasada, el Canciller Solá le dijo a los integrantes de la Unión Industrial Argentina UIA) que el Gobierno “los va a proteger” en el marco de este proceso de integración que plantea un período de 10 años de adaptación para las empresas de cada bloque regional.

Pero lo cierto es que el proceso está bastante “quieto” desde que en octubre el Parlamento Europeo advirtiera que no era posible la integración si sigue el proceso de desforestación del Amazonas por parte de Brasil. Ante esto, Bolsonaro apuntó a que “el gran problema para el avance entre el Mercosur y la Unión Europea es Francia” debido a que “es un nuestro competidor en materias primas”. “El gran problema para que avancemos en el acuerdo de la UE con Mercosur es exactamente ese. Estamos haciendo lo que podemos, pero Francia, en su propia defensa, se interpone en eso", dijo Bolsonaro durante su transmisión semanal en vivo en Facebook.