El Banco Itaú informó este martes a la Bolsa de San Pablo a través de una presentación que se encuentra en tratativas con Banco Macro para venderle su filial en Argentina, en lo que será el inicio de la salida del país de la principal entidad de la región.

En el documento, se señala que “Itaú Unibanco Holding S.A. (“Itaú Unibanco”) aclara que se encuentra en negociaciones preliminares con Banco Macro S.A., con sede en Argentina, con el objetivo de transferir sus operaciones en ese país”.

Asimismo, Itaú también afirmó que hasta el momento no se firmó ningún documento vinculante en relación con la operación en curso.

El gigante financiero brasileño había desembarcado en Argentina en 1994 y desde entonces fue sumando entidades locales, en especial con la compra del Banco del Buen Ayre, a fines de los años de 1990.

Sin embargo, los reiterados balances negativos a partir de la pandemia en 2020, sumado a las restricciones impuestas por el Gobierno argentino ante su crisis de reservas, decidieron a la entidad brasileña a poner punto final a su estancia en el país.

Además, los informes económicos de la entidad acerca de las perspectivas económicas en Argentina no son favorables, por lo menos para el sector financiero minorista, donde ellos tenían su mayor apuesta.

Como marco más general, la semana pasada, el gobierno brasileño se abstuvo de financiar las importaciones que desde ese país se hacen a la Argentina, debido a la falta de dólares que presenta el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

En cuanto a Macro, la entidad de la familia Brito es la quinta más grande del país, según datos del Banco Central, y ocupa el cuarto puesto entre los bancos privados.

El Banco Itaú tiene unos 1.650 empleados,  y filiales como Itaú-Valores S.A., Itaú Asset Management S.A. Sociedad Gerente de Fondos Comunes de Inversión.

La salida del ITAU se  suma a la del grupo italiano ENEL propietaria de la distribuidora de electricidad Edesur, que puso a la venta esa empresa, y otras generadoras de energía.

El economista Marcelo Elizondon consideró que Argentina “tiene una pérdida enorme en la participación de flujos de inversión extranjera directa (IED) en el mundo". Según estimaciones privadas, solo en importaciones hechas y no cobradas, las compañías locales deben unos US$ 10.000 millones.