Si el clima ayuda, y con el viento a favor, el sector agrícola volverá a ser el principal aportante de divisas para el país el año próximo con U$S35.775 millones, apenas por debajo de los U$S36.680 millones de este año. 

Para el  2022 “no tendremos los precios excepcionales de este año, con una soja que orilló los U$S570 la tonelada, pero tampoco los U$S300 del 2019.  El resultado será entences la combinación de buenos precios acompañados por un mayor volumen de cosecha”, explicó Marta Nahmias, de Agrícola Ascensión, en declaraciones a Data Clave. 

Los principales operadores del sector se reunieron la semana pasada durante la sexta edición del “Congreso de Perspectivas Agrícolas”, que realizó la  Bolsa de Cereales de Buenos Aires. 

En el discurso de apertura del encuentro, el Presidente de la Bolsa de Cereales, José Martins, recordó que “la agroindustria representa el 67% de la exportación de bienes y genera 3,7 millones de puestos de trabajo”.  

El campo volverá a aportar más de U$S35.700 millones en exportaciones en el 2002

Asimismo, destacó que la agroindustria argentina está en condiciones de producir entre 180 y 200 millones de toneladas de granos y oleaginosas “de manera sustentable” y para esto, “se necesita tener reglas de juego claras, que incentiven la inversión”. 

En ese marco, el economista Juan Pablo Gianatiempo, resaltó la importante suba de los precios internacionales de los granos durante el último año, que situó las cotizaciones en niveles históricamente altos.  

“A pesar del aumento registrado en los costos de los insumos en lo que va del año, las señales de esta campaña son positivas para el incremento del área sembrada, especialmente para el cultivo de maíz”, indicó. 

Con este panorama, Esteban Copati, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales, estimó que la superficie sembrada aumentará un 2,1%, hasta 34 millones de hectáreas, que permitirían una expansión de la producción de un 7,2%, alcanzando 129,8 millones de toneladas de granos, gracias a una recuperación de los rendimientos por hectárea.  

Además, por primera vez desde mediados de los noventa, se estima una mayor producción de maíz que soja desde el inicio de la campaña. Con un crecimiento del 8,9%, la producción de maíz alcanzaría las 55 millones de toneladas, convirtiéndose en el cultivo de mayor volumen producido, después de 6 campañas consecutivas de incremento del área sembrada.  

Por su parte, la soja continúa perdiendo superficie, por séptima campaña consecutiva, llegando a 16,4 millones de hectáreas, la menor de las últimas 15 campañas.  

Entre las causas de estos movimientos se destacaron factores vinculados a las innovaciones de manejo en los distintos cultivos, como la diferenciación de fechas de siembra en maíz; a los movimientos en los precios relativos de los granos, los distintos niveles de derechos de exportación; y a la adopción tecnológica.  

El economista jefe de la Entidad, Agustín Tejeda Rodríguez, advirtió que “en los últimos años ha aumentado la capacidad ociosa al 40%, en una industria que ha realizado inversiones para moler más de 60 millones de toneladas” de soja. 

Desde la Bolsa de Cereales apuntaron que durante este 2021 “el sector tiene un rol protagónico, con una contribución récord en todas las variables en relación al 2020: recaudación fiscal US$ 15.313 millones (+49%), exportaciones US$ 36.684 millones (+48%) y un Producto Bruto USD 45.024 millones (+45%)”. 

El campo volverá a aportar más de U$S35.700 millones en exportaciones en el 2002

Sin embargo, “de seguir con las actuales políticas” como retenciones y cupos a las exportaciones, “Argentina continuaría perdiendo relevancia, con reglas de juego favorables podríamos superar las 180 millones de toneladas de granos hacia 2029/30”, destacó Tejeda Rodríguez.