Willy Kohan salió el viernes a la calle con una certeza: no iba a demorar en llegar el primer curioso con el objetivo de despejar las dudas que siempre dejan los anuncios económicos del Gobierno. Entre otras, la situación del Banco Central con la devaluación y las restricciones actualizadas al dólar. Pero la pregunta que más recibió el gurú de los mercados fue: ¿Cómo ahorramos?

Ya a la vuelta de la jornada laboral, Willy aprovechó las ventajas del "take away plus" y se tomó un café con distancia. Con más tiempo, precisó el detalle de algunos números que trascendieron en la semana y, además, para compartir algunos chismes de los pasillos de la Casa Rosada.

-Willy, ¿se acuerda que el gobierno dijo que no iba a devaluar y finalmente devaluó?

Willy: No diría todavía que el gobierno finalmente devaluó. Es cierto que a través de las decisiones de política cambiaria de la semana pasada hizo algunos ajustes en los distintos dólares que corren. En principio, en el dólar oficial, lo que dijo el Banco Central es que cambiaba la forma de devaluar. Hasta ahora el gobierno devaluaba entre 2% y 3% por mes el dólar oficial y lo hacía todos los días con microdevaluaciones. Esta vez, dice que va a seguir devaluando lo mismo, el objetivo del dólar oficial a fin de año sigue siendo $81,40, pero no lo va a hacer todos los días, para darle más volatilidad. Es un argumento. A través de haber sumado el anticipo del impuesto a las ganancias ahora para el dólar ahorro que quedó muy restringido y para el dólar tarjeta, que no está restringido, es cierto que se encareció el precio de ese dólar tarjeta o de ese dólar ahorro para quien lo tiene permitido, que pasa a los $132-$135. La realidad es que esas son las dos devaluaciones, el dólar ahorro y el dólar tarjeta.

-¿Esto tiene freno o se va a devaluar más?

W: No creo que el gobierno tenga la intención de devaluar más. Ahora, que todo esto no funcione y que tarde o temprano haya que sincerar alguna devaluación mayor, es probable. Eso no lo veo la semana que viene o la otra, salvo que el Presidente tome la decisión de cambiar el modelo económico, sobre todo el modelo cambiario, pero no sé si va a ocurrir en forma tan inmediata.

-¿Por qué el gobierno dice algo y hace otra cosa?

W: Todos los gobiernos dicen que no van a devaluar, aún los que devalúan todos los días, que es lo que hace el gobierno con el dólar oficial, que ahora cambia el ritmo. La devaluación, el gobierno la hace todos los días cuando imprime billetes sin respaldo a lo pavo. Cuando se cubre un déficit fiscal gigantesco, cada vez mayor, solamente con emisión monetaria, no se ajusta el presupuesto, se devalúa la moneda todos los días. Tarde o temprano, alguien lo termina blanqueando.

-¿Qué opina sobre el cepo?

W: Efectivamente el gobierno restringió la compra de US$200 por mes a prácticamente un cuarto de la gente que podía hacerlo. De todas maneras sigue habiendo un millón o un millón y medio de personas que pueden seguir comprando dólar ahorro. Otra tremenda injusticia. Justamente, ese sector que todavía puede comprar dólar ahorro seguramente es el sector de mayor poder adquisitivo de la Argentina, que no necesita subsidio, que no necesita IFE, ni ATP, que no necesita haber financiado la tarjeta de crédito. Entonces el cepo es cada vez más injusto.  Y además, no hay cepo para los gastos de turismo ni para los de tarjeta, que también beneficia a los sectores de mayor poder adquisitivo, más allá de que eso se encareció con el anticipo del impuesto a las ganancias, que también lo puede descontar el sector más favorecido de la sociedad.

-¿Por qué se sigue recurriendo al cepo si no dio buenos resultados anteriormente?

W: El cepo es la medida de política cambiaria más injusta. Se ha demostrado con Cristina entre el 2012 y 2015, con Mauricio Macri entre septiembre de 2019 y el final de su mandato en diciembre, por supuesto, con Alberto Fernández también. El cepo es lo que vacía las reservas, en favor de los sectores más acomodados de la sociedad, que son los que tienen capacidad de ahorro y de gastar en turismo. Por supuesto que debería permitirse el ahorro y el turismo libremente, con un dólar libre legal para el turismo y con un dólar libre legal para el ahorro, sin intervención del gobierno y sin poder ni tocar las reservas del Banco Central. Lamentablemente se sigue por el camino equivocado y se siguen perdiendo reservas y se van a seguir perdiendo porque el cepo alienta la salida de dólares e impide la entrada. Alienta la salida de dólares a favor de los sectores de mayor capacidad económica. Es importante entender que el cepo les da un subsidio a los ricos.

-Willy, el otro día quise ir a comprar dólares y no pude. El gobierno anunció medidas para no ahorrar en pesos, pero yo no quiero perder más de lo que pierdo. ¿Qué me recomienda, voy a las opciones que dio el Gobierno? ¿Voy al blue? ¿Espero un poco?

W: Legalmente se puede comprar dólar a través del mecanismo del dólar bolsa para quienes quieran tener cubierta su posición en dólares. Se pueden comprar bonos en dólares del gobierno, los bonos del canje de la deuda que hoy están a precio de remate. Son bonos que rinden el 14%, que no tienen ningún vencimiento en los próximos cuatro años. Es decir, uno está comprando un papel que, por supuesto, podría bajar de precio pero que tal vez mirando los próximos cuatro años tiene más para subir que para bajar. En el medio pueden bajar todavía más, pero finalmente es un papel del estado argentino en dólares, que no tiene vencimientos en los próximos años y que para el que tenga paciencia puede ser un gran negocio. El más corto de los bonos del canje, es el del 2030, pero hay del 2036. En fin, esos son bonos que hoy se están comprando al 40% de su valor. Si la Argentina no termina siendo Venezuela, para simplificar obviamente el tema, esos bonos pueden ser un gran negocio.   

-Usted que entiende. El Gobierno dice que gran culpa de todo es la pandemia. ¿Cuánto de lo que pasa hoy es culpa de la pandemia? ¿Sin la pandemia esto caminaba bien?

W: Por supuesto que la pandemia es un fenómeno que ha golpeado a todo el mundo y a la Argentina en particular por los problemas que tiene. Hay muchos que son regionales. Hemos visto que la pandemia ha golpeado a los países con gran desigualdad social, como el caso de Brasil, Perú, Chile. Argentina no es la excepción. Me parece que las cuarentenas extremas con la que Argentina decidió enfrentar el problema y, sobre todo, cuarentenas extremas que se adoptaron con el diario del lunes, con demasiada anticipación, se saturaron en el momento en que tal vez tendrían que haber sido más estrictos. La realidad es que una cuarentena extrema sigue, porque más allá de que estén abiertos algunos restaurantes y algunos comercios, sigue muy vigente para el 50% de la actividad económica que es estatal, para todo lo que tiene que ver con la educación, los comercios en los centros de compras.

-Además, mucha gente no tiene como trasladarse…

W: Hay una restricción muy complicada en la movilidad de la gente, en el transporte. No hay transporte aéreo, de larga distancia, no hay libertad para prácticamente el 60% de la gente para utilizar el transporte público. Sin duda la pandemia y la cuarentena han golpeado muchísimo la economía, que ya venía muy cascoteada y ha agravado la expectativa de inflación, la de devaluación y el gran problema argentino que es el déficit fiscal. Si el déficit fiscal es el problema de toda la vida, con la pandemia se multiplicó por cinco. De allí todo lo que estamos viviendo, especialmente en términos de la inestabilidad del peso, que es la moneda que se va devaluando a medida que la pandemia y la cuarentena no tienen perspectiva de cerrar este problema de cada vez más gasto por subsidio y cada vez menos recaudación por parálisis económica.

-Los datos oficiales reflejan una leve reactivación. ¿Es correcta esta lectura?

W: Si miramos la recaudación de septiembre, que el equipo económico la comunicó como una buena noticia porque empezó a recuperarse la economía, la verdad es que es cierto que la recaudación de septiembre fue mejor y efectivamente fue mayor el aumento de la recaudación que la  inflación, pero no porque haya habido una reactivación, sino por el impuesto al dólar, el doble impuesto a los bienes personales y por el anticipo del impuesto a las ganancias. Si uno mira los impuestos que tienen que ver con el consumo, el IVA, los combustibles, a los débitos bancarios, todo eso sigue por abajo de la inflación. De modo que la economía no se está recuperando ni en el segundo trimestre, ni en el principio del tercer trimestre.  

-¿Es cierto que vuelve el Dr. Lavagna? ¿Qué sabe de posibles cambios en el Gabinete?

W: La verdad es que no tengo ninguna información de cambio de gabinete y mucho menos de la posibilidad del regreso de Roberto Lavagna como jefe del equipo económico. Siempre se mencionó eventualmente que, si hubiera una decisión de convocar a un acuerdo económico y social con los dirigentes sindicales y los dirigentes empresarios, Lavagna pudiera tener un rol en ese armado. Hoy no debe ser fácil tampoco para un Presidente encontrar funcionarios que estén dispuestos a agarrar una situación de tanta inestabilidad, sobre todo en el Banco Central, donde el manejo de las reservas y el financiero puede significar dolores de cabeza jurídicos muy complicados para quién está sentado en esa silla para el futuro. Me parece importante que, si en Argentina va a haber que sincerar una devaluación, y muchos creen que tarde o temprano eso va a ocurrir en forma total o parcial, no desperdiciar ese ajuste doloroso sin un plan económico. Para que haya un plan económico tiene que haber credibilidad en quienes lo presentan y en quienes lo ejecutan. Además tiene que haber acuerdos políticos.

-¿Eso es posible?

W: Hoy en la Argentina no existen ni los acuerdos políticos, ni un elenco económico en capacidad de generar confianza, porque tampoco hay un elenco político en capacidad de generar confianza. Antes de que sea tarde y antes de que la situación se agrave porque empiece eventualmente un riesgo de una crisis bancaria (que hoy no la tenemos, no hay ningún problema con los depósitos), antes de que se acaben todos los dólares de las reservas y que entonces sea demasiado tarde, es el Presidente de la Nación quien tiene que tomar una decisión y si esa es finalmente sincerar una devaluación para que ingresen dólares, que eso sea acompañado de un esquema político y económico con un elenco de gobierno que sea capaz de recomponer la confianza.

-La falta de confianza de los ciudadanos es un gran problema entonces…

W: Me parece que el actual equipo económico y el actual equipo político que están, de alguna manera, sosteniendo al Presidente, no están resultando eficientes en esto de recomponer la confianza, lamentablemente. Lo hemos visto justamente en los últimos días donde a pesar que se intenta ir cerrando el mercado de cambios y seguir cerrando el cepo se siguen fugando divisas, se siguen perdiendo dólares y al Banco Central todo el mundo lo quiere vaciar y, por supuesto, nadie le vende dólares a un precio que no tiene nada que ver con la realidad.