El Fondo Monetario Internacional presentó este martes sus previsiones para Argentina, con una suba del 0,2% del producto bruto interno (PBI) para este año, contra el 2% que había calculado en septiembre.

El organismo presentó sus estimaciones en el marco de la Reunión Anual de Primavera (del hemisferio norte) que realiza junto con el Banco Mundial, hasta el viernes, en Washington. Además, dejó de lado su estimación de una inflación del 60%, en línea con la que planteaba el Gobierno, para elevarla al 88%. 

Ambas estimaciones están por debajo de las que hicieron las consultoras privadas en el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que confecciona mensualmente el Banco Central, y que calcularon una inflación del 110% y un retroceso del 2,7% en el PBI.

A comienzos de mes, el Banco Mundial (BM) había reducido la proyección de crecimiento prevista para la Argentina para 2023, del 2% de septiembre del año pasado, al 0%, debido a la falta de estabilidad macroeconómica, que se vio agravada por la fuerte sequía que afecta al sector agropecuario, y la suba de tasas a nivel internacional.

Las últimas proyecciones del FMI surgen del Panorama Económico Mundial (WEO, según sus siglas en inglés), el informe más importante del organismo multilateral. Los economistas del Fondo alertaron que la inflación permanecerá en niveles “muy altos” y en ese marco, insistieron en la importancia de sostener el ajuste acordado en el programa respaldado por el FMI. 

“La inflación terminó el año pasado en 94,8%, es un número muy grande. Y también vimos un repunte en enero, aunque parte de eso se debió a los precios de los alimentos. Las presiones inflacionarias subyacentes siguen ahí, y parte de eso se debe a las expectativas de inflación desancladas”, dijo la subdirectora del Departamento de Investigación del Fondo, Petya Koeva Brooks, en una conferencia de prensa al presentar las cifras.

Por todas esas razones, “la forma en la cual caracterizaría nuestras proyecciones es que esperamos que la inflación se mantenga en niveles muy altos”. Brooks destacó “la importancia de las políticas macroeconómicas, de restricción monetaria y fiscales que están en línea con el programa respaldado por el Fondo”.