El Gobierno mantiene “pisadas” las importaciones con el objetivo de frenar la sangría de divisas. Como contrapartida, las medidas pegaron fuerte en los sectores productivos, quienes ven complicada la relación con sus proveedores internacionales y en algunos casos ya experimentan dificultades a la hora de producir

La última medida que limitó importaciones fue el 5 de octubre último, cuando el Banco Central de la República Argentina (BCRA) emitió la circular 7.375 por la cual prohibió hasta el 31 del corriente mes los giros de divisas para importaciones en forma anticipada. En concreto, solo se puede  girar pagos al exterior contra “despacho de plaza”, es decir, cuando la mercadería ya esté lista para salir con destino a nuestro país. 

Este tipo de medidas forma parte de la estrategia oficial para cuidar reservas, en un contexto de fuertes presiones cambiarias. Sin embargo, las empresas, y sobre todo las industriales, comenzaron a quejarse de la nueva regulación debido a que eso dificultó tanto la producción como el stockeo para abastecer el mercado interno. 

A esa dinámica también se suman dificultades internacionales, como el encarecimiento de los fletes o la falta de algunos insumos. En tanto, otros problemas que ya se venían advirtiendo desde las empresas, como demoras en el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) para autorizar la entrada al país. 

El impacto en las industrias

Desde el sector autopartista comentaron que un ejemplo claro se dio hace algunas semanas con la empresa ZF Sachs, la cual tuvo que disminuir 30% su producción a partir de inconvenientes vinculados con la aprobación del SIMI. 

“Las restricciones del BCRA que impiden el pago a proveedores van a generar faltante de insumos y no poder pagar de manera anticipada bienes de capital pueden afectar proyectos de terminales, por lo que se perjudica toda la cadena automotriz”, señaló a Data Clave un empresario del sector.

Hace dos semanas, por caso, Renault informó que dejará de vender su modelo Kwid en Argentina debido a “problemas de disponibilidad generados por las restricciones a las importaciones y con el objetivo de potenciar los vehículos de fabricación nacional”. El Kwid era el modelo más económico de la marca francesa y uno de los más vendidos, aunque en los últimos meses había comenzado a caer en el ranking de patentamientos ante la falta de disponibilidad de unidades.

Otro ejemplo del impacto en las restricciones para importar tiene que ver con la falta de neumáticos. El caso más conocido del último tiempo fue el de Fate que mediante una carta notificó a sus clientes que, ante la dificultad para pagar por adelantado a proveedores, podría haber una inevitable “parada en la producción” y un posible “retraso en las entregas” de pedidos. Si bien desde la empresa luego salieron a aclarar que la intención era advertir a los clientes, mientras que desde el Central salieron a desmentir a la empresa. 

Por su parte, el director de la Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), Leo Bilanski, explicó a Data Clave que las regulaciones del Central complican más a las pequeñas y medianas empresas. 

“Por querer controlar a las grandes empresas, se perjudicó a las más pequeñas. La dinámica del comercio mundial cambió, tal vez si antes te daban crédito ahora no te lo dan. Hay muchos casos en los que si no pagás por adelantado ni siquiera empiezan a producir los pedidos, como en China por ejemplo”, detalló Bilanski.

Asimismo, el presidente de ENAC dijo que en la charla que tuvieron la semana pasada con el BCRA se les garantizó el trabajo para solucionar el ingreso de insumos o maquinarias industriales para producir. “En el último año algunos ítems que traemos del exterior aumentaron 70% en dólares, por lo que se necesita más divisas para traer lo mismo que antes”, resaltó Bilanski.

Desde la Unión Industrial Argentina (UIA) coincidieron en el diagnóstico de que las medidas terminan afectando más a las pymes que a las grandes empresas. Eso se explica porque hay firmas que ya tienen vínculos aceitados con proveedores internacionales, con cuentas corrientes y pagos más laxos. 

En cambio, las pymes normalmente deben pagar de forma anticipada la mercadería que van a necesitar, por lo que las operaciones de importaciones se complican aún más. Tampoco podrían emitir pagos una vez que se embarquen los pedidos, porque las regulaciones de la autoridad monetaria sólo permiten pagos una vez que se ingresa la mercadería a territorio argentino.

Ante la consulta de Data Clave, el presidente de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (FACMA), Jorge Scoppa, afirmó que por las restricciones a las importaciones y la escasez de divisas “están faltando sobre todo cubiertas y repuestos” para maquinaría agrícola. “Tenemos entre un 15% y 20% de sembradoras paradas cada semana por falta de repuestos, ya sea mecánicos o falta de cubiertas”, sentenció.

Esa situación genera retrasos a la hora de cosechar, por lo que cae la producción, y en consecuencia hay menor demanda de mano de obra. “Si no tenés la sembradora o el tractor en condiciones, no te contratan. El productor por ahí puede ‘aguantar’ alguna semana, pero vos (contratistas) lo que no hacés, no lo cobrás”, señaló el presidente de FACMA.

Además, Scoppa comentó que, “el jueves pasado, no había un tipo de cubierta que se utiliza en el 70% de las máquinas y tenés que comprar una usada que por ahí solo te ‘tira’ una semana, según el peso de carga” y advirtió: “el precio del fertilizante se ha triplicado. No abunda el nitrógeno y la urea. Pero una cosa es que el precio se haya ido por las nubes y otra cosa es que no se consiga”.

En tanto, el presidente de Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica Argentina (CAMIMA), José Luis Ammaturo, destacó que los controles vigentes a las importaciones “han complicado” en los últimos años la producción. 

“La industria necesita de componentes importados, en toda línea de producción hay un elemento que viene del exterior. Entendemos que el problema principal es la falta de divisas, pero sin dólares para importar nos resulta imposible producir y dar trabajo”, remarcó Ammaturo.

En esa línea, el empresario industrial planteó: “importar es tan importante como exportar y mantener el trabajo. Poner trabas es aumentar costos y nosotros no queremos que los costos aumenten. En la postpandemia los costos internacionales aumentaron mucho, no debemos sumar problemas internos”.

Desde Cooperala (Cámara Empresaria de Laboratorios Farmacéuticos) afirmaron que las últimas medidas económicas en el comercio exterior impactaron en la “previsibilidad para hacer frente a los pagos del exterior” a la hora de comprar insumos. “Argentina, al ser considerado un país de frontera hace que en algunos casos no se cuente con crédito y haya que pagar por adelantado”, agregó a Data Clave Juan José Marconi, director ejecutivo de la entidad.

Asimismo, Marconi subrayó que “nos encontramos ante dos problemas productos de la pandemia y de la inflación mundial, estos son: el aumento del precio en dólares de los insumos y materias primas, a lo que se suma el incremento en fletes internacionales, que en algunos casos se quintuplicó en dólares”.

EL BCRA promete aflojar

Desde el Banco Central, ante la consulta de Data Clave, dijeron que las últimas regulaciones se dieron para evitar especulación por una posible devaluación de parte de algunos sectores que adelantaron importaciones. De todas formas, prevén flexibilizar las restricciones para “no afectar la producción”, luego de semanas en la que las empresas llevaron sus reclamos a la cúpula de la autoridad bancaria. 

“La circular 7.375 vence el próximo 31 de octubre, por lo que posiblemente este jueves sacaremos otro comunicado con flexibilizaciones”, estimó una fuente del BCRA. “Mantuvimos reuniones e hicimos un relevamiento de las necesidades de cada empresa”, agregaron.

“No van a faltar insumos para la industria, se va a remover cualquier obstáculo que impida que las firmas tengan a tiempo sus insumos. Lo que sí se van a mantener son los mecanismos para evitar que se sigan anticipando importaciones que no sean necesarias”, concluyeron.

Desde el sector empresario esperan con ansias a que durante este jueves salgan las flexibilizaciones para poder importar. Sin embargo, no tienen demasiada expectativa sobre una normalización. "El BCRA puertas adentro admite que no tiene dólares para la demanda que hay y aseguran que la orden de pisar viene de más arriba", relata un importante importador con aceitados vínculos con este gobierno.