El Ministro de Economía, Martín Guzmán le pidió hoy a las naciones desarrolladas que aumente los fondos que destinan para el fondo Monetario Internacional (FMI) una medida que le aportaría este año entre US$ 3.500 y US$ 5.000 millones al país.

“Argentina apoya plenamente una nueva asignación general de derechos especiales de giro, que proporcionará fondos para las economías de ingresos bajos y medios que se necesitan con urgencia. El momento en que más se necesitan es ahora, por lo que debemos actuar con rapidez”, dijo Guzmán durante una reunión de ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales del G-20.

Participan de la reunión, los integrantes del G-7, el foro que reúne a los países más desarrollados, y que en abril se volverán a reunir para decidir, entre otras cosas, si en el marco del combate a la pandemia, amplían los fondos que destinan al FMI.

Si hacen ese aporte extraordinario, a Argentina, por ser socio del FMI, le corresponderían entre US$ 3.500 y US$ 5.000 millones, según la magnitud del desembolso, según estimaron fuentes del G-7.

Durante el encuentro, Guzmán también solicitó que el FMI modifique los recargos que aplica en sus créditos debido a que la consideró “desigual, porque afecta de manera desproporcionada a los países emergentes y de ingresos medios con las cuotas más bajas, y es procíclica, porque impone condiciones más duras a los países que tienen condiciones de mercado más adversas”. 

“Esta política será revisada este año, y consideramos que para salvaguardar la estabilidad financiera global, es muy importante que trabajemos juntos para revisar y cambiar esta política, de manera que tengamos un sistema más equitativo y que no sea procíclico”, añadió el ministro.

Guzmán advirtió que “la forma virtual en que estamos realizando esta reunión nos recuerda que la pandemia todavía nos acompaña y que atravesamos desafíos sin precedentes para la formulación de políticas”. 

 “Si no construimos las condiciones necesarias a nivel global, la recuperación será sin duda asimétrica”, advirtió. 

Según Guzmán, “las proyecciones sugieren que si no hacemos nada para cambiar las asimetrías existentes a nivel global, la recuperación será más lenta para las economías emergentes, en desarrollo, y de bajos ingresos que para las economías avanzadas”.