Luego de la demora de 24 horas originada en la necesidad de estar presente este lunes en los anuncios económicos efectuados junto al presidente Alberto Fernández, el ministro de Economía, Martín Guzmán y el presidente del Banco Central Miguel Pesce viajaron a Washington para participar en la Asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), donde dialogarán sobre la modificación de las metas fiscales acordadas, puestas en duda, a partir de la suba de los precios de la energía por la invasión de Rusia a Ucrania.

La reunión “de Primavera” del hemisferio norte, que se realiza en Washington, incluirá en la agenda temas como el cambio climático, la persistencia de la pandemia y los efectos económicos globales de la guerra en Ucrania.

En la víspera, el FMI aprobó un nuevo fondo de financiamiento con condiciones más flexibles para los países “de tamaño medio” (RST), por las exigencias de la pospandemia y las consecuencias de la economía mundial de la guerra en Ucrania.

El RST tendrá un vencimiento a 20 años y un período de gracia de 10 años y medio, “para ayudar a generar resiliencia frente a los riesgos a largo plazo para la estabilidad de la balanza de pagos", según un comunicado publicado en la web del organismo.

A pesar de esta buena noticia, según los cálculos previos, a Argentina le tocarían US$ 1.400 millones por este nuevo instrumento.

Argentina se comprometió con el FMI a bajar el déficit fiscal del 3% del PBI del 202, al 2,5% este año, y para eso, buscará reducir los subsidios a las tarifas de los servicios públicos.

En este marco, el Gobierno publicó ayer la convocatoria a una audiencia pública entre el 10 y 12 de mayo para aumentar 21% las tarifas de gas y el 17% la de energía eléctrica del Área Metropolitana de Buenos Aires.

El acuerdo con el FMI se firmó a mediados de marzo, antes de que se desatara la invasión de Rusia a Ucrania. Por eso, 15 días después, la propia Directora Gerente del organismo Kristalina Georgieva alertó que “los riesgos para el programa son excepcionalmente altos y los efectos secundarios de la guerra ya se están materializando”.

“En este contexto, la recalibración temprana del programa, incluida la identificación y adopción de medidas apropiadas, según sea necesario, será fundamental para lograr los objetivos del programa”, dijo Georgieva a través de su cuenta e twitter.

La consultora Analytica destacó que el Gobierno cumplirá las metas acordadas para el primer trimestre, pero advirtió que los precios de los combustibles que importa Argentina crecerán más que la recaudación por los derechos de exportación de los granos, y eso, sumado al incremento de los gastos del Estado, como jubilaciones y salarios, hará difícil bajar el déficit fiscal.