Con el anuncio del acuerdo de la reestructuración de la deuda bajo ley extranjera a comienzos de mes, todo hacía pensar que agosto sería un mes favorable para los activos argentinos, fuertemente castigados desde hace ya un largo par de años. Sin embargo, después de una inicial reacción alcista, sobrevino la fuerte presión a baja, en medio de las renovadas tensiones cambiarias, que se reflejaron en la amplísima brecha cambiaria, y que obligó al Banco Central a dilapidar reservas, con las constantes ventas de divisas para evitar una nueva devaluación del peso.

A este complejo contexto, se le sumó la incertidumbre por la complicada economía local, y una importante salida de capitales de la región, en medio de los efectos que provoca la pandemia del coronavirus, cuyo epicentro tiene al continente americano desde hace ya un par de meses.

“El mes de agosto lo podemos definir como atípico. Las primeras semanas estuvieron marcadas por el impacto positivo del acuerdo con los acreedores externos para reestructurar la deuda. Una noticia esperada que generó un impacto favorable en el mercado”, describió a Data Clave Francisco Odone, gerente de Inversiones de Quinquela Fondos. En la jornada en que se conoció la noticia (martes 3 de agosto), la bolsa porteña pegó un salto del 6,6%.

Pero, ese efecto positivo se fue diluyendo a lo largo del mes. El mercado fue “afectado en especial por las presiones cambiarias sobre la plaza oficial, con el BCRA vendiendo dólares a un ritmo acelerado”, completó Odone. A lo largo de agosto, la autoridad monetaria se desprendió de más de u$s1.100 millones de sus reservas (hoy en términos netos se ubican por debajo de los u$s9.000) para hacer frente a la demanda (autorizada) de las empresas, y al apetito de los ahorristas por hacerse de los u$s200 por mes y por persona permitidos. El saldo negativo de las intervenciones de la autoridad monetaria es el más importante desde octubre pasado (mes de las comisiones presidenciales), cuando la anterior gestión de la entidad vendió más de u$s4.000 millones.

“La suba de la brecha está vinculada con un trasfondo de gran desequilibrio monetario, e incertidumbre sobre cómo se corregirán los desequilibrios, y todavía está pendiente el acuerdo con el FMI para renegociar el acuerdo por unos u$s44 mil millones. Argentina necesita el apoyo del organismo, sin el cual de nada habrá servido realizar dos canjes exitosos”, señaló en diálogo con Data Clave Mariela Díaz Romero, economista de Econviews. Por ello la semana pasada, el Gobierno anunció el inicio de nuevas conversaciones con el FMI, con el objetivo de extender los plazos de pago del súper crédito otorgado en la gestión macrista.

Dólar vs tasa

Después de alcanzar el 84% hace más de una semana, la brecha entre el dólar oficial mayorista y el “contado con liqui” se comprimió en los últimos días a menos del 70%, en una plaza atípica y con poco volumen, por el cierre del canje (concretado el viernes pasado), ya los bonos que se usan para conseguir dólares en la Bolsa estaban afectados por la restructuración de la deuda. En el mercado, los operadores creen además que impactó en la baja de los dólares financieros la noticia sobre la capacidad que tendrá el BCRA para intervenir en este mercado una vez que se emitan los nuevos bonos, a partir del 4 de septiembre próximo.

“En parte esa volatilidad se debió a la falta de liquidez del mercado porque los bonos con los que se opera entran al canje, como el AY24. Esto generó que ANSES y el BCRA intervinieran de forma activa para controlar la cotización. Esta intervención tuvo un doble efecto, ya que, si bien logró bajar la brecha, generó precios de los bonos bajo ley local muy bajos, lo cual eventualmente podría afectar la exit yield (tasa de salida) del canje. Además, ambas entidades dieron a entender que usarán todo su poder de fuego disponible para intervenir en la brecha”, sostuvo Díaz Romero.

Bajo esta fuerte volatilidad, el dólar CCL acumuló en agosto una suba leve del 1,4%, el MEP o Bolsa, registra una baja del 0,4%, mientras que el dólar blue, que había caído hasta $128 a inicios de mes con la noticia del acuerdo del canje, amagó con alcanzar su récord de julio ($140), aunque los últimos días bajó hasta los $136, es decir, su mismo valor con relación al mes pasado. De esta manera, el dólar oficial fue el ganador entre los distintos tipos de cambio, al aumentar un 2,5% en el caso del mayorista (cerrará el mes arriba de los $74).

Con la suba de la tasa al 33% anual -dispuesta a fines de julio por el BCRA-, que da un rendimiento nominal del 2,7% mensual, los plazos fijos para minoristas (hasta un millón de pesos) superan por poco al dólar oficial, al menos lo igualan en el caso de las colocaciones para montos superiores (30% anual para plazos fijos de más de $1 millón). De todos modos, la tasa comienza a verse poco atractiva para una inflación que probablemente se ubique entre el 2,5% y el 3% en agosto.

Acciones

Con todo, el índice S&P Merval de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) tuvo en agosto su primera caída mensual desde el “coronacrash” que derrumbó a todos los mercados del mundo en marzo pasado. A falta de un día hábil para terminar el mes, el panel líder de BYMA acumuló una merma de 5,8% en pesos, y de 7,1% en dólares (al tipo de cambio “contado con liqui”).

Son pocas las acciones que se salvaron del signo negativo en agosto: entre ellas, podemos nombrar a Comercial del Plata (+21,3%); BYMA (+16%); Transportadora de Gas del Norte (+12,2%); Mirgor (+11,7%); y Pampa Energía (+9,8%), única empresa de este top five que cotiza en Wall Street.

Por el contrario, entre los papeles más perdedores del mes aparecen previsiblemente Cablevisión (-20,7%); y Telecom (-20,5%); sensiblemente afectados por la decisión del Gobierno de declarar como servicio público a las telecomunicaciones, y de extender el congelamiento de tarifas de este sector hasta fin de año. En top five negativo lo completan los activos de Transportadora de Gas del Sur (+14,5%); el Banco BBVA (-13,3%); y el Grupo Financiero Galicia (-10,9%).

En la bolsa de Nueva York, los ADRs de Transportadora Gas del Sur lideraron las caídas, con un -16,7%; mientras que Ternium encabezó la tabla de los pocos ganadores de agosto, con un salto del 23,6%.

En el frente externo, las acciones en EEUU siguieron cerca de récords históricos, alentadas por el posible desarrollo de vacunas para el Covid-19 y la política ultra laxa de la Fed, que ha dado señales de mantener la tasa baja por mucho tiempo más. En las últimas jornadas, la tasa americana aumentó, y el precio del oro se alejó de máximos históricos, mostrando que la aversión al riesgo se redujo parcialmente.

Bonos

A la espera de conocer en forma oficial el nivel de adhesiones del canje, que se ubicará por encima del 90% según fuentes oficiales, los bonos en dólares cierran el mes con mayoría de bajas (el DICY encabezó las bajas con -12,5%), mientras que el riesgo país argentino comprimió apenas unos 150 puntos desde 2.300 hasta 2.150 puntos.

Las inversiones en renta fija con mejor performance en agosto fueron las vinculadas al dólar oficial (dollar linked), que rindieron por arriba de lo que fueron las alternativas en dólar libre e inclusive que los activos CER (inflación). “Esto ocurrió porque el mercado de bonos tuvo mucha volatilidad en las diferentes semanas, ganando varios puntos post anuncio de acuerdo, pero perdiéndolos en los últimos días”, explicó Odone.

El rendimiento de los bonos CER había llegado a casi cero antes de conocerse el dato de inflación de julio (+1,9%), que sorprendió por debajo de lo esperado. “Sin embargo, todo parece indicar que en agosto la inflación aumentaría a niveles del 3% y la demanda por estos activos reflotó en la última semana”, remarcó la economista de Econviews.