Las compañías distribuidoras de gas solicitaron este miércoles incrementos de entre un 21% y el 77% en todo el país a partir del mes próximo, para ponerse en línea con la inflación del año pasado y así garantizar el servicio. 

Los pedidos de las empresas se realizaron en el marco de la audiencia pública virtual convocada por el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas). 

Un ejemplo de lo solicitado lo dio el representante de Metrogas, Sebastián Mazzucchelli, quien pidió una suba de la tarifa de distribución que tendría un impacto promedio del 49% en la factura de un usuario residencial, del 47% para uno comercial, 3,3% para clientes industriales y del 10,5% para estaciones de GNC. 

Mazzucchelli explicó que "todos los indicadores aumentaron sustancialmente más que las tarifas", y que la compañía "no ha distribuido dividendos en los últimos 22 años", por lo que de no mediar el aumento de tarifas solicitado, la empresa incurriría en 2023 en un déficit operativo de $40.157 millones.

Desde la secretaría que dirige Flavia Royón, buscan atemperar subas como estas a partir de aumentar el “cargo fijo” que se les cobra a los usuarios residenciales, es decir, lo que se abona por tener el servicio, y dejar para marzo los aumentos del “cargo variable”, es decir, lo que efectivamente se consume, como para atenuar la suba.

Además, acordó subas del 4% en los combustibles desde diciembre hasta marzo, pero para “aplanar” la curva de la inflación, pactó con la compañía que el próximo incremento se de a mediados de este mes, y no al comienzo.