De todas las operaciones realizadas de trigo correspondiente a la nueva cosecha 1,2 millones de toneladas se comercializaron bajo la modalidad “a fijar”, lo que representa el 61% de lo comprometido, muy por encima del promedio de 27% de los últimos cinco años, destacó un informe de la Bolsa de Cereales de Rosario.

Teniendo en cuenta los stocks de trigo que pasarían para la campaña siguiente, más las proyecciones productivas de la nueva, unos 15,6 millones de toneladas “el volumen estimado del cereal que todavía le restaría fijar un precio sería de 16,5 millones, dos millones por encima del promedio”, destacó el estudio.

A esta “falta de precios”, se le une “el atraso relativo de las compras por parte de la exportación, con relación al promedio a esta altura del año es de un 73%. De hecho, a la fecha, todavía no se han registrado DJVE correspondientes a la campaña 2023/24”, advirtió la BCR.

“La reticencia a concretar operaciones con precios hechos parecería ser el fiel reflejo de un mercado que no está listo para anclar sus perspectivas a un sendero cierto”, agregó el documento.

Por su parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, (BCBA) recortó la estimación de producción de trigo en 800.000 toneladas respecto a su anterior proyección, hasta las 15,4 millones de toneladas.

Según la BCBA, el recorte se debió a que "pese a la llegada de las lluvias en las últimas semanas, el aporte de las mismas no logra compensar los daños producidos por las heladas y por la sequía que atravesó el ciclo del cultivo durante los meses de invierno".

De esta manera, la cosecha quedaría, si no hay nuevos recortes, en 1,1 millones de toneladas por debajo de lo esperado al principio de la campaña, cuando se esperaban16,5 millones de toneladas, pero 3,2 millones por encima de las 12,2 millones de toneladas obtenidas en el ciclo 2022/23.