En julio, antes de la devaluación de mediados de agosto, el Indicador de Consumo (IC) que realiza la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), mostró un retroceso de 1,6% en la comparación interanual.

Pero además, el I.C. bajó 1,8% en relación a junio lo que marcó “la mayor contracción desestacionalizada” desde que se confecciona el índice, destacó la CAC.

De esta forma, el IC acumuló en los primeros siete meses del año un crecimiento de 2,9% interanual, “aunque la pérdida de dinamismo vista en los últimos meses continuaría acentuándose”, advirtió el informe.

La tendencia bajista en las tasas de crecimiento interanual exhibidas por el IC a partir de enero “continúa profundizándose y marca en julio 2023 un nuevo valor negativo”.

Esto se da en un escenario con una inflación acumulada hasta julio del 60,2%, “junto con un nivel de actividad con una gran tendencia negativa”. Asimismo, “existió en julio una significativa contracción del poder de compra de los hogares, hilvanando diez meses consecutivos con variaciones interanuales negativas”.

La medición de la CAC se suma a la realizada por la consultora Focus Market, que dio cuenta que el consumo retrocedió 15,8% en julio y que en el acumulado en lo que va del año tuvo una merma del 6,1%, con una mayor baja en el Área Metropolitana de Buenos Aires (7,6%) que en el Interior (5,6%).

Los números de la entidad dirigida por Damián Di Pace indicaron también que en la primera semana de agosto, antes de la devaluación, el consumo masivo en los autoservicios y comercios de cercanía tuvo una caída interanual del 16,1%, “la más profunda en lo que va del año”.