El Gobierno celebró que la inflación de febrero fuera un 13,2% y hasta se habló de una desaceleración. Pero se trata de un número muy alto y además marzo genera preocupación porque históricamente tiende al alza.

En declaraciones radiales, el presidente Javier Milei reconoció esta mañana que el número de febrero “es una tragedia” y admitió que marzo “es un mes con una estacionalidad profundamente complicada”.

Por eso esta claro que bajar la inflación es la principal preocupación del Gobierno libertario, aunque la baja sea consecuencia de una estrepitosa caída en las ventas o por una recesión que ya se empieza a manifestar.

Tanto el presidente Milei como el ministro Luis Caputo dijeron que el número de febrero podría haber sido más bajo si el Indec pudiera medir de otra forma las promociones de los supermercados, que ofrecen llevar tres productos y pagar dos o pagar la segunda unidad a un 50 por ciento menos.

Ese fue uno de los temas que se plantearon en la conversación que Caputo mantuvo con las cadenas de supermercados esta semana. Luego se anunció la apertura de las importaciones para forzar una baja en los alimentos.

Por eso todos esperan que marzo no se dispare o al menos se mantenga en el nivel de febrero, al menos. En esa línea, el economista Daniel Artana estimó que la inflación de marzo podría ubicarse "un poquito" por debajo de la de febrero y vaticinó que recién hacia mediados de año se llegaría a un dígito mensual.

"La de febrero sigue siendo una inflación muy alta. Pero la buena noticia es que fue menor a la esperada y que cuando se mira la inflación núcleo, que es la que mide mejor la tendencia, dio casi un punto menos que el índice general,  que está influido por los aumentos de precios de servicios", sostuvo en declaraciones a Radio Rivadavia.

Artana consideró que en marzo "puede bajar, puede ubicarse en un nivel similar a febrero, quizá un poquito menos. Va a estar en el entorno de febrero porque la estacionalidad en marzo es más complicada".

"Después, la inflación debería ceder por lo menos hasta los niveles previos a la aceleración que tuvimos a final del año pasado. Hay una posibilidad de que solo veamos inflaciones de un dígito a mediados de año. Pero seguirá siendo un número altísimo y ahí viene la batalla más compleja: cómo bajarla de ahí para estar a tono con otros países, donde es menos de 1% por mes", añadió.