El Gobierno se entusiasma con una participación récord de los autos nacionales en el total patentado. Del otro lado, las empresas acusan que ese dato responde a las dificultades para importar, que se suman a la crisis global de microchips.

Un informe que preparó el Ministerio de Desarrollo Productivo consignó que, en octubre, el 54,3% de los vehículos patentados fueron de producción nacional. Ese porcentaje supera al máximo que se había alcanzado en 2015 (51,5%) y es prácticamente el doble del nivel en que se encontraba en diciembre de 2019 (27%).

En ese mes, los 5 modelos más patentados fueron de fabricación nacional (Fiat Cronos, Toyota Hilux, Peugeot 208, VW Amarok, Ford Ranger). “Eso implica más trabajo argentino. Es el resultado de haber recuperado la política industrial, con el eje en la producción y el trabajo nacional, y de tener un diálogo continuó y haber llegado a acuerdos con terminales, sindicatos y toda la cadena autopartista”, sostienen desde el Gobierno.

De hecho, así como crece la participación de autos nacionales en las ventas, también viene aumentando la integración local de cada vehículo. O sea, cada vez tiene más autopartes fabricadas en el país. En 2019, la integración promedio en la producción de autos estaba en el 29,8% y en 2021 se estima que ronde el 34,9%.

Esto también se refleja en la recuperación del empleo en el sector autopartista. En concreto, el autopartismo generó más de 3.000 puestos de trabajo desde diciembre de 2019, y experimenta más de un año de subas consecutivas en el empleo. Además, la facturación en precios constantes de las empresas del rubro creció 7,9% entre enero y agosto de 2019 y el mismo lapso de 2021, según datos de facturación de AFIP, deflactados con el índice de precios mayoristas.

Sin embargo, las empresas tienen reparos sobre ese diagnóstico. En base a datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara), el número de vehículos patentados durante octubre ascendió a 27.513 unidades, lo que representó una baja del 26,6% interanual, considerando que 12 meses atrás se habían registrado 37.474 unidades

Respecto a esto, el presidente de Acara, Ricardo Salomé, había comentado que “en octubre se agudizó lo que se adelantaba en septiembre y esto explica que haya números con descenso interanual pero también comparado con el mes anterior, pese al esfuerzo y el oficio del sector concesionario por atender una demanda que se mantiene fuerte”.

“Seguimos con locales casi vacíos por la falta de unidades para ofrecer por una escasa liberación local de los autos importados que, sumada a la crisis global de los microchips, generaron un combo difícil de superar”, advirtió Salomé.

Acara, que mensualmente publica su informe sobre patentamientos, manifestó que “Con suerte podremos completar el año en 380.000 unidades cuando recordemos que en el primer trimestre teníamos proyecciones de 450.000 patentamientos y luego pasamos a 420.000 hasta que nos quedamos con un flujo insuficiente de unidades para comercializar”.

“Con un mercado de 400.000 unidades, al Estado le ingresarán 600 millones de dólares adicionales en recaudación impositiva, con lo cual se trata liberar divisas para que vuelvan a ingresar, preservando el trabajo y sosteniendo un sector clave, un tema que nos preocupa de sobremanera”, consideró Salomé.

Por su parte, Rubén Beato, secretario general de la institución, agregó que “se está realizando un trabajo con toda la cadena de valor, para adaptarnos y ver de qué forma poder responder a un mercado que hoy demanda un 50% de autos nacionales”.

Y concluyó que la actividad “representa 176.000 empleos directos y 530.000 empleos indirectos pero la actual pérdida de volumen del mercado no solo pone en riesgo la rentabilidad del sector, si no también puede generar consecuencias y efectos no deseados para todos”.