Cristina Kirchner apuntó contra los aumentos de precios que mostraron en el último tiempo el sector turístico y el textil. Ambos rubros lideran en el último año el Índice de Precios al Consumidor que mide el Indec y en los últimos meses fueron señalados por dichos incrementos. Las empresas se defienden por la pérdida de rentabilidad luego del fuerte impacto de la pandemia y la crisis macroeconómica que comenzó en 2018, entre otros aspectos.

Durante su discurso en Calafate, la vicepresidenta destacó la “excelente política del PreViaje” para afrontar la recuperación del turismo, sector que más sufrió las consecuencias de la pandemia en Argentina y el mundo por las medidas sanitarias restrictivas.

Sin embargo, también afirmó: "lo que sí creo es que el Gobierno debería convocar a la cámara hotelera y a la cámara gastronómica para coordinar políticas de precios, porque este sector es uno de los que más ha contribuido junto con textiles y otros, a la conformación de índice inflacionario". Por último, advirtió que "el que no quiera acordar precios" no debería estar adherido al programa PreViaje.

En los últimos doce meses, el rubro prendas de vestir y calzado aumentó 79,6%, liderando el IPC que releva el Indec. Asimismo, en los primeros cinco meses del 2022 acumuló un alza de 36,4%. 

En el sector empresario se defienden señalando que la industria nacional no es responsable de los incrementos, ya que muchos de los productos relevados por el Indec se hacen en canales comerciales de alto costo. “El 90% del precio de una prenda de marca premium tiene que ver con costos ajenos a la producción, que tuvo fuertes aumentos por la suba de precios internacionales de los commodities como el algodón. El 50% de ese costo son impuestos”, señaló a Data Clave la economista de la Fundación ProTejer, Priscila Makari.

En el caso del rubro hoteles y restaurantes, que es a lo que se refiere la medición del Indec respecto al turismo, la suba del último año fue del 76,7% y del 31,9% en los primeros cinco meses del 2022. 

En este caso, las empresas apuntan a la pérdida total de rentabilidad que les dejó la crisis sanitaria, cuando en muchos casos tuvieron que cerrar por tiempo indeterminado. También a las deudas que acumularon muchos locales hoteleros y gastronómicos. De hecho, la recuperación total de la actividad del sector turístico se espera recién para dentro de 2 o 3 años, según las empresas.