El directorio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó una línea de crédito de US$ 1.140 millones a Argentina para la “descarbonización del sector energético”. La noticia se conoce luego de la gira de Silvina Batakis en Estados Unidos y de la columna que publicó en The Wall Street Journal el titular del organismo, Mauricio Claver-Carone, en la que explicó las trabas del préstamo “sin condiciones” por US$ 500 millones.

En un comunicado, con fecha 27 de julio, el BID precisó que “continúa comprometido con apoyar la agenda de desarrollo de Argentina” con proyectos que tengan impacto en ese sentido. Según explicaron, como parte de la línea de crédito se aprobó una primera operación de US$200 millones del BID, la cual contará con un aporte adicional de 100 millones de euros de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) y otros 100 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

“Esta primera operación tiene como objetivo contribuir a la descarbonización del sector eléctrico al disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero y al desarrollo humano, a través de la ampliación y modernización de los sistemas de transporte de energía eléctrica”, precisó el organismo. El crédito del BID de US$200 millones tiene un plazo de amortización de 25 años, un período de gracia de 5,5 años y medio, y una tasa de interés basada en SOFR.

Según fuentes del ministerio de Economía a Data Clave, esta línea permitirá financiar el Plan Federal de Transporte Eléctrico Regional III, impulsado por la Subsecretaría de Energía Eléctrica y la Secretaría de Energía. Se realizarán obras en áreas postergadas del país. Esto es de particular relevancia para integrar proyectos de generación renovable. En su mayoría se trata de la construcción de líneas de 132kv y estaciones transformadoras, "con un fuerte eje en el federalismo". 

El comunicado se dio a conocer luego de la columna que publicó el titular del BID, Mauricio Claver-Carone, dando las razones de por qué está frenado el desembolso “incondicional” de US$500 millones, es decir sin un proyecto detrás, que contemplaba el acuerdo con el FMI para más tardar finales de junio. Hay otros US$300 millones en juego para los próximos meses

Mientras, la ministra de Economía Silvina Batakis se encontraba reunida con inversores en Estados Unidos después de su encuentro con la directora del Fondo Kristalina Georgieva y autoridades del Banco Mundial el lunes. 

En su artículo del Wall Street Journal, Claver-Carone sostuvo que “por mucho que el BID quiera aprobar nuevos fondos para Argentina, no puede dar el visto bueno a las solicitudes para hacerlo sin asegurarse prudentemente de que tiene un impacto en el desarrollo. También se refirió a la necesidad de normas estrictas de integridad y transparencia financiera, además de una mención al avión iraní al país que disparó investigaciones por posibles vínculos con el terrorismo.

A su vez, el funcionario hizo mención a la necesidad de Argentina de cumplir con lo pactado con el FMI para ofrecer “nueva financiación”. “El éxito de Argentina es el éxito del BID, pero el tumultuoso historial financiero de Argentina afecta singularmente a los costos del banco. Debemos proteger su capacidad de ayudar de forma fiable a todos sus 26 prestatarios, incluidos los países pequeños con pocos recursos”, consignó en su columna.

Vale recordar que el actual titular del organismo fue impulsado para ese cargo por el expresidente Donald Trump y que también estuvo muy vinculado con el préstamo stand by que aprobó el FMI al Gobierno de Mauricio Macri en 2018. 

“Yo estaba en el Fondo Monetario, y el programa más grande en la historia, lo ocupamos para la Argentina. Que se haya mal manejado el programa, que no se haya ejecutado bien, y les haya costado la elección, es una cuestión”, reveló Claver-Carone ante los diplomáticos chilenos a mediados de 2020 como reconocimiento del apoyo político hacia el entonces presidente Macri.

Mientras tanto, y durante su gira por Washington, Batakis ratificó ante inversores y el FMI su compromiso con los objetivos del programa de facilidades extendidas firmado en marzo, sobre todo el de un déficit fiscal del 2,5% para este año. También dejó en claro que cuenta con el apoyo de los tres socios principales del Frente de Todos: Alberto Fernández, Sergio Massa y Cristina Kirchner.