En la previa del fin de semana largo, los empresarios de locales bailables nocturnos consiguieron abrir sus puertas tras meses de presiones y negociaciones con el gobierno de la Ciudad. Esta noche, los boliches porteños vuelven a funcionar, aunque las autoridades hablan de prueba piloto y piden cautela. “Será como un restaurante: podes pedir, comer, tomar alcohol o lo que quieras; pero respetando protocolos”, cuentan desde la Agencia Gubernamental de Control.

La paradoja es que en los boliches bailables no se podrá bailar. Habrá mesas de hasta cuatro personas en formato burbuja y la orden es que a la 1 de la mañana los clientes deben estar fuera del establecimiento: estarán abiertos desde las 19 y se prevén sanciones para quienes excedan los cronogramas previstos. Además, se les tomará la temperatura a las personas que ingresen, se exigirá un tapabocas obligatorio en el ingreso y para moverse dentro del local y se exhortará a los locales a que garanticen la distancia social aconsejada por las autoridades sanitarias.

La medida rige para todos los boliches de la Ciudad, incluso aquellos que no cuentan con espacios abiertos. En espacios internos los locales no podrán superar el 30% de la capacidad según los metros cuadrados del establecimiento. Aunque existe aún cierta desorientación respecto de cómo será el sistema a horas de la reapertura: la zona gris parece estar en si el esquema será por orden de llegada o si habrá que hacer reserva anticipada por las mesas. Son horas de reuniones y un punto clave todavía no está claro. La posibilidad de que haya aglomeraciones en los ingresos es concreta teniendo en cuenta la demanda que existe tanto en los dueños como en los consumidores.

Pese a que existe optimismo respecto del regreso, habrá fuertes controles para evitar desmadres. Estarán a cargo de la AGC, que hará recorridas e inspecciones durante toda la noche según confirmaron voceros del organismo a Data Clave. Además, se prevé que haya “concientizadores” de las comunas que hagan hincapié en los cuidados y en el respeto de los protocolos. La policía no intervendrá a menos que haya llamados al 911, aunque según pudo averiguar este medio, Seguridad podría disponer que, al menos en la primera etapa, vayan en compañía de los inspectores.

“Está todo por hacerse”, cuentan en la Ciudad. El lunes es feriado y habrá tres noches que los empresarios buscarán aprovechar. Se acerca fin de año y hay demanda por parte del sector y de jóvenes en busca de las noches perdidas. En los boliches no se podrá estar de pie según la nueva reglamentación: buscan que el local nocturno se “transforme” en un local gastronómico. Hay presión de la industria para que se permita bailar, pero a priori estará prohibido. “Eso depende de más arriba”, sostienen en uno de los ministerios que está detrás de la resolución.

Las sanciones prevén advertencias y clausuras según el grado de la contravención. Después, quienes tengan inconvenientes deberán resolverlos con la AGC como ocurrió en el primer fin de semana de la reapertura de los bares, que trajo descontrol y repudio. Hay quienes creen que todavía quedan adecuaciones y algunas cuestiones por aclarar, pero la autorización está. “La gente lee las notas periodísticas y se va corriendo al boliche, pero no sé si va a estar todo para el fin de semana. Hay cuestiones que no pasan por nosotros”, sueltan. La prueba piloto para algunos empezará esta noche con optimismo empresario, cautela en las autoridades y algunos agujeros negros. En el medio, la ansiedad de muchos jóvenes por volver a las pistas.