Cuando todas las miradas estaban puestas sobre la vacuna de Pfizer, tras la modificación del marco normativo realizado por el gobierno nacional el viernes pasasdo, esta mañana el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, anunció que el gobierno argentino firmará un contrato con Moderna el próximo lunes para la compra de vacunas.

Moderna es una empresa biotecnológica estadounidense, fundada en el 2010, que recibió una gran suma de dinero (2500 millones de dólares) del gobierno de Estados Unidos, durante la gestión del ex presidente Donald Trump, para el desarrollo de la vacuna contra el COVID-19.

Al igual que la vacuna de Pfizer-BioNTech, el fármaco de Moderna fue diseñado con la tecnología ARN mensajero (ARNm), una práctica innovadora. Se aplica en dos dosis y puede ser usada en adolescentes a partir de los 12 años.

Sin embargo, por el momento la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) no ha autorizado el uso de los compuestos de Moderna en menores de edad, mientras que si dio el visto bueno para la de Pfizer en mayo para jóvenes entre 12 y 15 años. El pedido de autorización de Moderna fue realizado recién el 10 de junio pasado.

Inclusive, durante la conferencia de prensa brindada el viernes pasado, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, explicó que la única vacuna pediátrica autorizada por el momento es la de Pfizer para personas entre 12 y 15 años y aclaró que la ANMAT aún no autorizó ninguna.  

Según los ensayos clínicos, la efectividad es del 94,1% con las dos dosis y hay estudios alentadores con respecto a la inmunización a largo plazo. También sería efectiva contra las nuevas variantes del COVID-19, especialmente la Delta.

Otra particularidad de este fármaco es que es la primera vacuna de Moderna que está a la venta. En este caso colaboraron en el desarrollo el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Institutos Nacionales de Salud (NIAID).

Desde la biotecnológica estadounidense aseguran que la vacuna es 100% efectiva en adolescentes a las dos semanas de la aplicación de la segunda dosis, en base a un estudio de más de 3700 personas de entre 12 y 17 años. Con una sola dosis la efectividad es del 93%. 

Destacan que es "segura" y "altamente efectiva" en esa población. Los participantes no presentaron problemas de seguridad significativos y los efectos secundarios más comunes notificados son similares a los de los adultos: dolor de cabeza, fatiga, dolores corporales y escalofríos.