En las últimas semanas se encendieron todas las alarmas debido a la abrupta suba de casos de Covid-19 en el país. Los relajamientos tras casi dos años de pandemia, el buen clima y la cercanía con las Fiestas generaron las condiciones para la suba de contagios. 

Sin embargo y pese al crecimiento exponencial de casos, no fue tal el crecimiento de la ocupación de camas de terapia intensiva. En efecto, ocurrió lo contrario en los últimos días. A principios de diciembre el número de internaciones en UTI superaba el 40% en el AMBA, mientras que el último parte reflejó una ocupación del 36% en el Gran Buenos Aires, con 820 personas internadas en todo el país (34%).

Esta situación implica un dato esperanzador a pesar de los contagios: la eficacia de las vacunas contra el COVID-19 es un hecho. Por octavo día consecutivo, la positividad de contagios no solo superó el 10% recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sino que este domingo se duplicó de manera holgada en 22,78%. En tanto, en diciembre  se redujo cuatro puntos porcentuales en el Área Metropolitana de Buenos Aires.

A nivel nacional el 24 de diciembre fue la jornada con más contagios reportados desde el mes de julio. De los 16.279, 4.818 fueron del territorio bonaerense y 3.422 de la Capital Federal. De acuerdo al último informe, el total de casos desde el inicio de la pandemia ascendió a 5.460.042 y hubo 117.035 fallecidos.

El 8 de diciembre había 682 personas con COVID-19 internadas en Unidades de Terapia Intensiva (UTI). A nivel nacional ese número significaba un porcentaje de ocupación de 35,3%, mientras que los hospitales de CABA y GBA reflejaban una ocupación de 40,1%. Durante aquella jornada se registraron 1881 contagios y 5 muertes.

En los días siguientes, a medida que subían los contagios decrecía el nivel de internados en UTI. Hubo un pequeño aumento de hospitalizaciones a mitad de mes en el AMBA, que liego volvió a bajar hacia fines de diciembre. Claro que el récord de contagios del 24 recién impactará la próxima semana en los datos.

A pesar de la situación de tranquilidad hospitalaria, desde el Ministerio de Salud sugirieron a todas las jurisdicciones del país reducir a cuatro meses el tiempo para la aplicación de las dosis de refuerzo a personal de salud y mayores de 60 años. La estrategia apunta a ofrecer la máxima protección a quienes tienen más exposición y riesgo.