Un joven de 24 años estuvo preso durante seis meses, acusado de violar a una menor de 12 que quedó embarazada, pero cuando nació el bebe se realizó el estudio de ADN y determinó que no era el padre por lo que pudo recuperar la libertad.

Ahora la hipótesis es que el abusador fue la pareja de la madre de la niña, mientras el joven que estuvo detenido fue sobreseído en la causa judicial. Hace unos meses, el nuevo sospechoso interrumpió la relación con la mujer.

Según la agencia NA, la denuncia se hizo cuando la madre de la nena descubrió que estaba embarazada, tras lo cual se puso en marcha una investigación judicial y las primeras sospechas fueron hacia un vecino del barrio Villa Fraga, de Chacarita, donde vivía la víctima.

La niña aportó un sobrenombre y, por averiguación de la Justicia, se llegó a un joven de 24 años. La menor en su declaración en Cámara Gesell dio a entender que el acusado la forzó a tener relaciones, que la acosaba y que, en total, fueron 11 encuentros sexuales.

A principios de febrero de 2021 el individuo fue detenido debido a que una perito forense determinó que el relato de la menor víctima del abuso era verosímil. Sin embargo, el acusado negó los hechos, dijo que no conocía a la víctima y que él no vivía en Villa Fraga, sino en la localidad bonaerense de Moreno.

De todos modos, reconoció que sí había vivido con anterioridad en ese lugar y que iba al barrio a comprar mercadería porque era vendedor ambulante. El juez del caso no le creyó luego de que en un allanamiento se le secuestró una carta dirigida a una mujer donde le decía piropos y le pedía conocerla y tener encuentros.

El magistrado entendió que esa carta estaba dirigida a la menor, por las coincidencias que ella dijo acerca del acoso del joven, pero el detenido dijo que estaba dirigida a una moza que había conocido aunque nunca aportó su identidad. Por eso ordenó su arresto.

Ahora se su que cuando nació el bebé de la víctima, el nuevo juez del caso ordenó un estudio comparativo de ADN entre él y el acusado. Luego se conoció que la prueba fue negativa y que el acusado no era el padre del menor.

De esta forma, el acusado inicial recuperó la libertad aunque seguía siendo investigado, pero ya la causa tenía una nueva hipótesis, que apuntaba a la expareja de la madre de la menor.

El hombre había roto relaciones con la mujer y, luego de determinarse que pudo haber tomado contacto con la menor sumado a pruebas de contactos virtuales, se ordenó el allanamiento en su departamento y que, a través de prendas íntimas, se extraigan rastros de ADN.

Al mes, el estudio comparativo de ADN entre el bebé y el nuevo acusado dio positivo y el nuevo juez del caso, Martín Yadarola ordenó su detención pero no fue ubicado y se dispuso su captura.