La semana pasada, el dióxido de cloro fue noticia después de que la conductora televisiva Viviana Canosa tomara el producto durante la emisión en vivo de su programa en Canal 9. El hecho desató una ola de fuertes críticas y advertencias sobre los peligros del consumo de determinadas sustancias presentadas como "remedios milagrosos" contra el Covid-19.

Un niño de 5 años llegó al Hospital de Plottier, a unos 15 kilómetros de la capital de Neuquén, en graves condiciones por una intoxicación. Murió en el centro de salud de baja complejidad a pesar de los intentos de reanimación por parte de los médicos del lugar. 

Desde el área de pediatría de la institución le aseguraron a Data Clave que el pequeño había ingerido el líquido "en el ámbito familiar, con fines preventivos contra el covid-19".  Si bien se aguardan los resultados de la autopsia, "el cuadro es compatible con una intoxicación por esta sustancia", confiaron fuentes del servicio médico consultadas por este portal.

Por su parte, el Hospital realizó la notificación correspondiente a las autoridades provinciales y nacionales, en tanto que la Sociedad Argentina de Pediatria prepara un comunicado que será publicado en las próximas horas para reforzar las recomendaciones y concientizar sobre los peligros de la desinformación en temas sanitarios. 

El 7 de agosto, desde el propio ministerio de Salud de la Provincia de Neuquén también presentaron un documento público para advertir sobre los potenciales peligros: "Recomendamos evitar el consumo (ingesta, inhalación, inyección, etc.) de productos que contengan dióxido de cloro, clorito de sodio, hipoclorito de sodio o derivados"

Ante las primeras falsas noticias sobre las características curativas de estos preparados, siete agrupaciones dedicadas a la salud habían emitido una advertencia conjunta. Explicaron allí que "la ingesta de estos preparados de dióxido de cloro y/o clorito de sodio pueden provocar cuadros digestivos irritativos severos, náuseas, vómitos y diarreas, además de graves trastornos hematológicos, cardiovasculares y renales, entre otros".

El dióxido de cloro es usado como blanqueador y para el tratamiento del agua (se suele vender para las piletas). El clorito sódico se usa para generarlo y el hipoclorito de sodio es conocido, ni más ni menos, como lavandina. Ninguna institución sanitaria a lo largo del mundo lo reconoce como medicamento.

El de Neuquén no fue un caso aislado. Un adulto también perdió en la vida por consumir este líquido. Fue el 12 de agosto en Jujuy y su familia admitió que, con el objetivo de recuperarse de una fuerte gripe, el hombre de 50 años tomó por lo menos un litro y medio. 

Comunicado oficial del Ministerio de Salud de Neuquén
Comunicado oficial del Ministerio de Salud de Neuquén