Tiene dos detenidos la causa por el crimen de Mariano Barbieri, el ingeniero civil de 42 años que fue asesinado el miércoles pasado a metros de la esquina de avenida Del Libertador y Lafinur, en una de las zonas más exclusivas y costosas del barrio porteño de Palermo. A ambos los atraparon este lunes en el Barrio 31 de Retiro. Uno cayó al mediodía y el otro por la tarde. Sin embargo, los investigadores consideran que el segundo hombre en ser capturado es el principal sospechoso del homicidio. 

Fuentes de la investigación confirmaron el arresto del sospechoso y dijeron que uno de ellos “físicamente es parecido y la gorra es casi idéntica” a la del hombre que fue detectado por las cámaras de seguridad de la zona como el presunto atacante de Barbieri.

“Lo atraparon los agentes de la Policía de la Ciudad en la zona de vías de la Villa 31, de Retiro. Tiene 29 años y antecedentes por un intento de robo: estuvo preso en Devoto en 2020”, aclararon las fuentes y dijeron que lo capturaron “siguiendo el rastro de las cámaras de seguridad”.

Identificado como I.J.S., con domicilio en el Conurbano bonaerense y que paraba a veces en el asentamiento de Retiro, las filmaciones “lo tomaron hasta que entró en la Villa 31 por la calle Saldías”. Las fuentes detallaron, además, que el sospechoso es carrero y en su carro “le encontraron la gorra y la bufanda”, que serán peritadas en busca de sangre o ADN del ingeniero asesinado.

El presunto homicida había sido captado por las cámaras de seguridad antes de ingresar a la plaza Sicilia del Parque Tres de Febrero por el Jardín Japonés, casi en el mismo horario en el que lo hizo Barbieri, cerca de las 22.45 del 30 de agosto pasado, solo que la víctima entró a metros de Lafinur y avenida Del Libertador.

Creen los detectives dirigidos por el fiscal Marcelo Munilla Lacasa que, en el interior del parque, se cruzó al ingeniero y lo atacó para robarle el celular. “Se trenzaron en lucha, incluso cayeron al suelo”, precisaron en base a la declaración del testigo que llamó al 911.

Las cámaras de seguridad coincidieron con el relato de ese testigo, que habló de un hombre de 30 años con un buzo rojo. Tras herirlo de una puñalada en el corazón, el asesino huyó en la misma dirección por la que ingresó: las cámaras lo captaron escapando -por momentos, corriendo y, en otros caminando- por el Jardín Japonés, hacia Figueroa Alcorta.

Luego, gracias al análisis de las imágenes también se pudo establecer el lugar desde donde provenía, lo que llevó a los investigadores hasta la Plaza Perú este lunes. Sin embargo, las filmaciones no revelaron la cara del sospechoso, que llevaba una gorra y dificultaba aún más su identificación. Ahora, serán las pericias la clave para determinar su participación en el hecho.

Justamente, el cuchillo encontrado en Palermo tenía una huella parcial que no fue suficiente para una identificación en bases de datos. Y este lunes comenzaron a realizarse la pericia de ADN a la sangre hallada en la presunta arma homicida, y en la ropa de la víctima. El resultado determinará si fue usada para matar a Barbieri.