Quince años después de la desaparición de Madeleine McCann, los investigadores hallaron evidencias pertenecientes a la ropa de la niña —por entonces de tres años— en la casa rodante de un pedófilo alemán considerado como el único sospechoso en el caso, Christian Brueckner.

Se trataría de la primera prueba contundente contra el pederasta, en estos momentos el único acusado de secuestrar y abusar sexualmente de la niña británica, desaparecida desde 2007. Hasta el momento, no se había encontrado ninguna prueba física de la niña ni de su vestimenta.

Así lo ha confirmado Hans-Christian Wolters, el fiscal alemán a cargo del caso, quien reveló que se han hallado fibras del pijama de color rosa que la menor llevaba el día de su desaparición, hace ya 15 años, en la parte trasera de la furgoneta que Brueckner usó en 2007 y hasta 2015 cuando decidió deshacerse de ella.

"No son pruebas forenses sino pruebas y, gracias a ellas, estamos seguros de que él es el asesino de Madeleine McCann. Estamos seguros de que mató a Madeleine", ha confirmado el investigador, según The Sun, al referirse a una entrevista que Wolters ofreció este martes a la televisión portuguesa por el 15º aniversario de la desaparición de la menor.

La periodista que hizo la nota Sandra Felgueiras, quien ha seguido el caso desde sus inicios dijo en la noche del martes, que una fuente de las autoridades policiales le aseguró que un objeto de Maddie había sido encontrado en la vieja furgoneta Volkswagen Camper blanca del acusado.

Hans-Christian Wolters, el fiscal alemán a cargo de la investigación del caso, afirmó en una entrevista televisiva con Felgueiras que su equipo había descubierto “nuevos hechos y nuevas pruebas”, según difundió The Times.

“No es una prueba forense, sino una evidencia, y gracias a nuestras pruebas, estamos seguros de que (Brückner) es el asesino de Madeleine McCann”, agregó y no dio más detalles.

Brückner vivía en esa casa rodante, que mayormente permanecía estacionada a varios kilómetros del departamento donde la familia McCann se alojaba durante sus vacaciones en Praia da Luz, en la costa del Algarve (Portugal), donde fue vista por última vez la niña en 2007.

Si bien hay indicios de que su celular estaba activo en las inmediaciones de la zona la noche del hecho, él ha negado sistemáticamente cualquier implicación en el caso e insiste que se trata de una coartada en su contra.

Actualmente el hombre cumple una pena de prisión por violación de una mujer estadounidense de 72 años. Ese hecho ocurrió en 2005 en el sur de Portugal. Además, está acusado por la violación de otra mujer irlandesa en 2004 y de dos niños.