Lapo Elkann es básicamente la oveja negra de la familia Agnelli, fundadora de la automotriz Fiat. Mientras su hermano John, actual presidente de Fiat Chrysler, se destacó por sus cualidades empresariales, Lapo llevó una vida extravagante de lujos y excesos. 

Relaciones amorosas mediáticas, consumo problemático de drogas y hasta un secuestro inventado para pedirle rescate a su propia familia marcan su reciente recorrido, aunque ahora asegura haberse alejado de ese estilo de vida.

En una entrevista con la televisión Italiana, este excéntrico millonario de 43 años contó el suceso que lo marcó para siempre: “A los 13 años fui abusado varias veces. Con el uso de sustancias anestesié el dolor que sentí dentro. Ya me hice bastante daño a mí mismo", confesó.

“En el colegio fui abusado y un hecho como este te lleva a ir, por momentos, a la autodestrucción, porque el abusado siempre se siente culpable. Es importante decir esto. Si no lo afrontas en profundidad, este dolor te devora con los años, te lleva a vivir la vida con mucha dificultad", contó el rebelde Elkman. 

Lapo es hijo de Margharita Agneli y el novelista italiano Alain Elkann. Su madre es, a su vez, hija de Giovanni y prima de Cristiano Ratazzi, titular de Fiat Argentina. De hecho, Lapo ha compartido vacaciones en Punta del Este con el empresario ítalo-argentino. En el verano del 2013 Elkann denunció el robo de más de tres millones de euros en joyas en su casa de la ciudad balnearia uruguaya. Otro de los primos de Margharita y Cristiano es Andrea Agnelli, presidente de la Juventus desde 2010. Una familia del poder. 

Lapo junto a Cristiano Ratazzi en Punta del Este
Lapo junto a Cristiano Ratazzi en Punta del Este

El adelanto de la entrevista con el popular programa italiano Verissimo revolucionó a ese país. Además, habló de su dependencia a los estupefacientes y su juventud. “No quise mucho mi infancia. Yo era un niño disléxico e hiperactivo que sufría de déficit de atención y como siempre estaba atrasado en la escuela, quería demostrar que era más fuerte", se abrió Lapo.  

También contó la relación con su familia y sus vínculos amorosos: "Mi abuelo (Giovani Agnelli) me dio y me enseñó mucho. Es una de las personas que más amé en mi vida junto con mi abuela Marella", dijo.

Detrás de las mansiones, los autos personalizados, los yates y las fiestas lujuriosas se escondía también un alma caritativa. Creó la fundación Laps (apodo con el que lo llaman sus amigos) destinada a ayudar a niños y jóvenes con problemas, en situación de pobreza o en riesgo de exclusión. En diciembre de 2019 sufrió un grave accidente en Israel por el que pasó 10 días en coma.