El papa Francisco pidió este viernes que "los adversarios se den la mano" y que se sigan "proyectos de paz", al encabezar en el Coliseo Romano el tradicional Vía Crucis para el que además invitó a una familia rusa y a una ucraniana a participar juntas de la ceremonia.

"Tómanos de la mano, como un Padre, para que no nos apartemos de ti; convierte nuestros corazones rebeldes a tu corazón, para que aprendamos a seguir proyectos de paz", pidió el pontífice durante la celebración que encabezó frente al histórico monumento de la capital italiana.

"Lleva a los adversarios a darse la mano para que gocen del mutuo perdón, desarma la mano levantada de su hermano contra su hermano para que donde haya odio florezca la armonía", agregó luego el Papa durante una celebración que estuvo marcada por el conflicto abierto tras la invasión rusa hace más de 50 días.

El Vía Crucis de este viernes marcó además el regreso de la celebración al Coliseo Romano, luego de que en 2021 y 2020 se hiciera en Plaza San Pedro, sin público, debido a la pandemia de coronavirus.

Francisco encabezó el Vía Crucis en Roma, que volvió al Coliseo después de dos años: "que los adversarios se den la mano"

Este año, los textos de las oraciones y las meditaciones fueron elaborados por familias vinculadas a asociaciones católicas de voluntariado y asistencia. También serán familias las que lleven la cruz entre estaciones, de acuerdo a lo que informó hace algunas semanas el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni.

La decisión de poner el foco en las familias es la celebración de los cinco años de la exhortación apostólica Amoris Laetitia.

Además, esta semana el Vaticano anunció que en una de las estaciones la Cruz característica de la celebración será llevada por una mujer rusa y una ucraniana, una decisión que sin embargo despertó críticas desde ambas naciones.

Más temprano, el Sumo Pontífice encabezó la celebración de la Pasión del Señor. Allí en su homilía, el Cardenal Raniero Cantalamessa, Predicador de la Casa Pontificia, resaltó que “Pascua significa tránsito”. “Solo hay una forma de escapar de la corriente del tiempo que arrastra todo detrás de sí: ¡pasar a lo que no pasa!”, afirmó, según consigna la agencia Vatican News.

El Jueves Santo, Francisco presidió en el Vaticano la Misa Crismal. En su homilía rechazó el "amor por las estadísticas" y pidió a los sacerdotes que se centren en las personas.

Tras la Misa, el Papa visitó una cárcel en Civitavecchia, a 65 kilómetros del Vaticano, para lavar los pies de 12 hombres y mujeres, de las cerca de 500 personas privadas de su libertad del lugar.

El sábado, en tanto, Bergoglio tendrá a su cargo la Vigilia de Pascua y el domingo, tras la Misa del denominado Día de Resurrección, dará su mensaje Urbi et Orbi desde la Basílica vaticana donde, como de costumbre, recorrerá distintas problemáticas mundiales.