A menos de tres meses de la invasión al Capitolio, que dejó cinco muertos, otro hecho de violencia se vivió en Washington, capital de Estados Unidos. Un hombre pasó por delante de una barricada con su vehículo y atropelló a dos guardias (uno de ellos murió), luego amenazó a los oficiales con un cuchillo y fue asesinado tras varios disparos de la policía. 

Horas más tarde se conoció la identidad del sospechoso: Noah Green, un joven de 25 años, oriundo de Indiana. 

Ocurrió a las 13.30. Las primeras hipótesis descartan un hecho de terrorismo. Pero producto de este evento, el Congreso quedó cerrado y con máxima seguridad en los alrededores. Aún no ha habido comunicación por parte del presidente Joe Biden, que según difundieron desde la Casa Blanca, está al tanto de lo ocurrido.

“Debido a una amenaza de seguridad externa. No se permite la entrada ni salida de todos los edificios del Capitolio de EEUU en este momento. Se puede mover dentro de los edificios pero mantenerse alejado de ventanas y puertas”, dice el comunicado que difundió la policía a los congresistas, que otra vez están bajo amenaza. 

“No parece ser un acto terrorista, pero por supuesto continuaremos investigando para ver si hay algún tipo de nexo en ese sentido”, aseguró Robert Contee, jefe del departamento de la policía metropolitana. 

Yogananda Pittman, jefa de la guardia del Capitolio, dijo: “El sospechoso entró por la barricada norte del Capitolio, embistió con su auto a dos oficiales y chocó contra la barricada. Luego, el sospechoso se bajó del vehículo y se bajó con un cuchillo y amenazó a los oficiales, sin responder a los pedidos de la policía”. Luego, comenzaron los disparos hacia el sospechoso, que derivaron en su muerte. 

 “Ha sido un tiempo extremadamente difícil para la policía del capitolio tras lo ocurrido el 6 de enero, sumado a lo ocurrido hoy. Pido que continúen rezando por la guardia del Capitolio”, concluyó Pittman.