El gobierno israelí convocó a  los embajadores de la Argentina Sergio Urribarri y mexicano, Pablo Macedo, luego de que ambos países votaran a favor de crear una comisión de la ONU para investigar la actuación de Israel en los territorios palestinos.

El gran malestar del Estado judío por la posición de varios países ante el organismo internacional, donde puso énfasis el accionar de Israel por “crímenes de guerra”, pero no se condenaron al grupo terrorista Hamas, sigue latente. Por ese motivo, decidieron dialogar con representantes de algunos de los países que fallaron en su contra.  

Uribarri fue invitado por la cancillería israelí “una conversación aclaratoria” este martes. La administración de Alberto Fernández sostuvo que  hubo un “uso desproporcionado de la fuerza” contra los palestinos, en el reciente conflicto iniciado por el lanzamiento masivo de cohetes de Hamas hacia territorio Israelí.

En tanto, esta tarde el presidente Alberto Fernández se reunirá con el titular de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Jorge Knoblovits, por la escalada de antisemitismo durante las útlimas semanas en Argentina. 

Por su parte, el Director General Adjunto para América Latina y el Caribe, Modi Ephraim, aclaró al embajador Macedo que “la expectativa de Israel de un país amigo como México es que las buenas relaciones bilaterales entre los países se reflejen también en la arena internacional y que México nos apoye”, según informó AJN.

Ephrain sostuvo que “en momentos difíciles, de la misma forma que lo ha hecho Israel con México, que muestre comprensión ante los desafíos de seguridad a los que se enfrenta Israel y que reconozca su derecho y deber de proteger a sus ciudadanos, contra los que Hamas disparó 4.300 misiles”, agregó el funcionario.

La creación de la comisión fue pedida por Pakistán y Palestina y obtuvo el apoyo de 24 miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, mientras que nueve países votaron en contra y 14 se abstuvieron.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu definió la decisión de la semana pasada de la ONU como “vergonzosa” y como “otro ejemplo de la flagrante obsesión antiisraelí del Consejo de Derechos Humanos de la ONU”.