La Asociación Alemana de Cámaras de Comercio e Industria (DIHK) reclamó hoy al Gobierno para que los protocolos sanitarios tengan medidas "prácticas y lógicas" que se puedan cumplir para disminuir el rebrote de contagios por covid-19.

Alemania es uno de los países más afectados por la pandemia. Superó el pico de los 50.000 casos diarios, está llegando a los cinco millones y no tiene una población mayormente dispuesta a vacunarse. Uno de cada cuatro ciudadanos alemanes no quiere inocularse.

Ante esto, el Gobierno saliente presidido por la canciller Ángela Merkel, propone un protocolo sanitario denominado "3G", en el que exigen que sólo pueden tener acceso al lugar de trabajo las personas vacunadas, recuperadas y con test negativo (por los términos en alemán "geimpft, genesen, getestet").

"Solo lograremos la aceptación necesaria de todos los involucrados con reglas que se puedan llevar a la práctica", manifestó Peter Adrian a la agencia DPA, presidente de la cámara empresarial alemana.

"Las empresas deberían poder implementar la regla 3G en el día a día en el lugar de trabajo sin trámites burocráticos para poder proteger de forma óptima a empleados y clientes. Las medidas previstas para prevenir el coronavirus en las empresas deben ser practicables, comprensibles e idealmente uniformes en toda Alemania", agregó.

Los dirigentes políticos de Alemania esperan poder conformar un Gobierno de coalición a fines de este mes y ser presentado a principios de diciembre, con el fin de renovar los espacios de poder y tener legitimidad ante los ciudadanos. La nueva posible coalición de Gobierno conformada por los socialdemócratas (SPD), Los Verdes y los liberales defiende la imposición de la llamada regla "3G" para ir a trabajar.

"Desde el comienzo de la pandemia, las empresas se han comprometido intensamente a proteger a su personal y a sus clientes con estrategias de testeo, medidas de higiene y campañas de vacunación", concluyó Peter Adrian.