En su adolescencia, Sergio Massa disfrutaba mucho jugando al bowling. Los strike  eran su especialidad y por eso cada vez que volteaba todos los palos con una sola bola, celebraba como si fuera un gol de Tigre. Este jueves, el líder del Frente Renovador hizo una jugada propia de un experimentado player de esta disciplina que hace más de 3000 años ya disfrutaban los egipcios. Girando sobre la pista con velocidad, el bochazo lanzado por el hasta hoy presidente de la Cámara de Diputados logró concentrar poder dentro del Ejecutivo, sacar de la cancha a varios funcionarios con los que no empatizaba y despejar el horizonte de posibles adversarios de cara a la finalísima de octubre de 2023.

La movida no fue sencilla. Requirió de mucha muñeca y paciencia para asestar el golpe en el momento justo. Estuvo antecedida de otros intentos por desembarcar en el gabinete que se frustraron por diferentes motivos y de una tensión propia de una película de suspenso cuyo final todavía no conocemos. Pero el arribo se concretó tras una jornada cargada de versiones contradictorias y rumores incesantes que solo se aplacaron cuando comenzaron a aparecer los comunicados oficiales anunciando los cambios.

"La tormenta pasó y ya enderezamos el barco", sostuvo Alberto Fernández ante sus colaboradores más cercanos en el anochecer agitado del jueves. "Estamos ordenando todo, oyéndonos mejor", completó el mandatario minutos después de las 20 luego de darle el visto bueno al último comunicado redactado por la portavoz Gabriela Cerruti donde se informaba la aceptación de la renuncia de Julián Domínguez al ministerio de Agricultura

A pesar de tener puesta la mirada en la compleja tarea pendiente, Fernández tuvo tiempo de detenerse a pensar en los "caídos" durante una de las jornadas más duras de su gobierno. Fundamentalmente con dos soldados que llegaron en medio de la última batalla (hace menos de un mes) y pusieron el cuerpo para cubrir el fuego cruzado: Silvina Batakis y Daniel Scioli.

Reestructuración del gabinete: desde Casa Rosada evalúan que fue un "triunfo de la moderación"

"Son dos grandes personas, a quienes respeto y valoro profundamente", acotó el presidente. "A Silvina le encomendé el manejo del Banco Nacion, ella es mucho más de lo que muchos creen y no tengo dudas que va a hacer un gran trabajo", aseguró al referirse a la saliente ministra de Economía. "Con Daniel somos amigos, le pedí que volviera a Brasil a terminar la espléndida tarea que hizo y con un gran sentido patriótico, aceptó en el acto", completó.

Luego de muchas críticas por el manejo desprolijo de la comunicación oficial, esta nueva crisis sirvió también para mostrar una nueva dínámica en la forma de transmitir las "noticias" de gobierno. "Información mata rumor", se escuchó decir a un colaborador del área presidencial. Por eso, mientras muchos medios utilizaban diferentes fórmulas para informar los inminentes cambios que se avecinaban, Gabriela Cerruti se inclinó por los comunicados secuenciales, que fueron emitiéndose a medida que se iban confirmando los desplazamientos y las incorporaciones.

¿Faltan más cambios?

Ante la consulta de Data Clave sobre la posibilidad de nuevos retoques en el gabinete, un funcionario con acceso directo al principal despacho de la Casa Rosada descartó que los ministros restantes puedan verse afectados por más renuncias, pero hizo hincapié en una de las áreas que mayor conflictividad generó durante la gestión de Martín Guzmán: la Secretaría de Energía. "En las próximas horas se informará la reestructuración de este sector", ratificó la fuente con la intención de dar a entender que las cosas no van a quedar como están.

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A la hora de los balances, en la sede gubernamental se imponía la sensación de haber hecho "el mejor reordenamiento posible", algo que quedó reflejado en la reacción de los mercados a los que "se les transmitió un mensaje claro respecto del rumbo que tiene el gobierno". Sobre la unidad de la coalición oficialista, también primó el optimisimo: "Sergio es un hombre leal al presidente que, ante cada ataque que sufría Alberto -de adentro o de afuera- no dudó en ponerse de su lado para defenderlo; incluso cuando Martín renunció muchos pensaron que los extremistas del frente copaban la parada. Pero sin embargo hoy quedó claro que con Alberto y Sergio la moderación tomó el control", concluyó el informante.