La frase se escuchó fuerte en una Cámara baja en estado de ebullición ante la nueva asunción de Axel Kicillof como gobernador bonaerense. “Cristina, el bastón de mariscal dáselo a Axel”, fue el grito que llegó desde algún lugar de las entrañas del recinto. Hubo risas. Pero también dirigentes que asintieron mientras la vicegobernadora Verónica Magario le hacía entrega al mandatario provincial de la figura de mando.

La reminiscencia fue directa. En diciembre del año pasado, horas después de conocerse el fallo en el juicio del caso Vialidad, por el que fue condenada a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos, la entonces vicepresidenta encabezó una cena en Ensenada junto a dirigentes territoriales y, tras dejar en claro que no sería candidata “a nada”, pidió que tomen “el bastón de mariscal”.

Según dio a conocer entonces el propio gobernador, CFK aseguró: “Llevan el bastón de mariscal en la mochila, empúñenlo”. Para el mandatario provincial "fue un llamado al activismo para que se entienda la importancia que tiene una proscripción al peronismo y a la persona más importante del peronismo”. En otra palabras, le exigió a la tropa que salga a militar.

Hoy, aquella frase que se desprende del manual ilustrado que dejó Juan Domingo Perón, quien aseguró que si cada peronista lleva el bastón de mariscal en su mochila, está en sus manos y en su capacidad, el hacerse digno de empuñarlo con honor y beneficio”, resuena fuerte hacia adentro del PJ nacional. Y así también lo dejó en claro el propio gobernador, quien no dudó en correrse de su rol provincial para posicionarse como un ferviente opositor nacional.

“El bastón del mariscal dáselo a Axel”: el pedido interno a Cristina que resuena en el PJ nacional

Son varios los intendentes que le pidieron que conduzca el partido, pero para eso es necesario el respaldo de Cristina”, le dijo a Data Clave un funcionario del gobierno provincial. Lo cierto es que el gobernador no dudó en tomar posición y, en su discurso, además de cuestionar los planes del presidente Javier Milei también aprovechó para dejar en claro que durante el gobierno de Alberto Fernández, actual titular del PJ nacional, "faltó más rebeldía, que faltó más justicia social, que faltó más distribución de la riqueza, que faltó más igualdad".

La visita de Cristina para formar parte de la jura no fue un dato menor. Con su sola presencia la expresidenta también mandó un mensaje. Como también manifestó, Kicillof es el gobernador del 40 por ciento de la Argentina. Un número que, hacia adentro, dejar en claro no es para despreciar. Sobre todo en tiempos de incertidumbre política.

Pese a que quienes lo conocen sostienen que hoy el gobernador quiere abocarse de lleno a la Provincia lo cierto es que, más temprano que tarde, su nombre comenzará a tomar fuerza nacional. El problema con el que cuenta hoy es la propia resistencia de La Cámpora y, principalmente, de su líder, Máximo Kirchner, quien como líder del PJ bonaerense tiene sus diferencias con el mandatario.

En la actualidad, no hay certezas sobre la continuidad de Alberto Fernández al frente del partido. El expresidente ya avisó que viajará a España. Y ya hubo dirigentes territoriales, como el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, que exigieron su renuncia. “Hay un orden de prioridades. Para un tiempo de oposición, lo mejor es que se ponga al frente a alguien que no tenga un cargo para que le pueda dedicar tiempo completa a la reconstrucción partidaria. Alberto ni siquiera va a estar en el país. Me parece que a su tiempo avisará que da un paso al costado”, manifestó un diputado nacional con fuerte llegada a un gobernador del peronismo en diálogo con este medio.

Así las cosas, Kicillof tiene por delante el doble desafío de conducir el destino de unas de las provincias más complejas del país y, también, de transitar el rol de principal figura política de la oposición nacional. Lo que resta saber es cuál será el apoyo interno a nivel nacional para reposicionarse en su camino al 2027.