La vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, encabezó un discurso en el municipio bonaerense de Ensenada por el 48º aniversario de la muerte del líder justicialista Juan Domingo Perón. Brindó un enérgico discurso con tono opositor mientras, del otro lado, Martín Guzmán presentaba la renuncia pública al ministerio de Economía.

El acto tuvo lugar en el Polideportivo Municipal de Ensenada y tuvo como lema "A 48 años del fallecimiento de Perón: Argentina, política y economía". A la exjefa de Estado la acompañaron el intendente local, Mario Secco y su par de Berazategui, Juan José Mussi. También dijeron presente el gobernador bonaerense Axel Kicillof y el diputado nacional Máximo Kirchner. Sorpresivamente estuvieron en primera fila el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez y el excanciller Felipe Solá.

Con el acto de la vicepresidenta, culminaron los homenajes a Perón marcados por las fuertes internas que atraviesa el Frente de Todos. El viernes, el presidente Alberto Fernández encabezó su propio evento en la CGT, bajo la mirada de algunos gobernadores, ministros, sindicalistas y funcionarios del gobierno.

Sentado junto a los sindicales Carlos Acuña y Héctor Daer, el jefe de Estado fue tajante: "el poder no pasa por quién tiene la lapicera, sino por quién tiene la capacidad de convencer. Convencer es una tarea más ardua, pero más segura".

La novedad de este acto fue que, en medio del discurso de Cristina Kirchner, Martín Guzmán presentó la renuncia indeclinable al ministerio de Economía, con una carta dirigida a Alberto Fernández que hizo pública a través de sus redes sociales.

La expresidenta tomó el guante de esas críticas de Alberto Fernández y realizó analogías entre la función que tuvo Juan Domingo Perón como titular de la secretaría de Trabajo y Previsión, donde "usó la lapicera" para crear el estatuto del peón y el aguinaldo, entre otras medidas pro laborales.

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"Néstor iba para todos lados con el manual de conducción política. Yo no leía mucho a Perón, yo lo miraba. A los políticos hay que mirar lo que hacen, no lo que dicen...", lanzó la exjefa de Estado de la Nación.

"Las palabras, poco persuaden. Yo la persuadí a la gente con hechos y con ejemplos. Juan Domingo Perón... ¿qué tal?", agregó la vicepresidenta. Y luego, sumó: "(Perón) Cazó la lapicera y no la largó más. Cazó la lapicera y entró a firmar Perón. El estatuto del peón rural, por ejemplo. Se ganó el odio eterno de la oligarquía terrateniente".

Otro de los puntos importantes del discurso fue cuando mencionó el nombre de Carlos Melconian, expresidente del Banco Nación de Mauricio Macri con quien se reunió la semana pasada para compartir visiones sobre la situación crítica de la economía.

"Carlos Melconián no piensa como yo y yo tampoco como él. Pero a mí me gusta escuchar a todos, porque a lo mejor yo estoy equivocada. Y si me convence bueno, no es la primera vez alguien me convence y hago lo que no pensaba hacer", aclaró Cristina Kirchner, quien además señaló que coincidieron en la idea de que Argentina debe salir de la lógica bimonetaria.

En esa línea, sumó: "A Melconián le dije que no hay posibilidad de avanzar si no hay acuerdos. Los argentinos necesitamos encontrar un instrumento que permita colocar una unidad de cuenta, una moneda de reserva y una de transacción. Si no hacemos esto, estamos sonados".

Y luego, con críticas indirectas contra Alberto Fernández, lanzó: "Me voy a reunir con quien me tenga que reunir en tanto sea para explicar nuestros pensamientos y tratar de persuadir al otro, obviamente. Yo no renuncio a convencer...".

Por otra parte, Cristina Kirchner no se escondió por las últimas críticas de los movimientos sociales, pero evitó hablar de las agrupaciones y cuestionó a los dirigentes. Uno de los que cayó en la volteada fue el secretario de Economía Social y líder del Movimiento Evita, Emilio Pérsico. "Me apena que pueda haber dirigentes diciendo que porque las titulares de las AUH son las mujeres, diga que esto destruye a la familia y que forma el 'matriarcado'. El problema es cuando lo dice alguien que diseña políticas", declaró.

Aún con las críticas, la vicepresidenta también mostró algunas coincidencias y planteó la idea de debatir el salario básico universal, admitiendo que lo "habla mucho" con el dirigente social Juan Grabois, del Frente Patria Grande.

Sobre el cierre, Cristina evocó a Perón y declaró: "Tenemos que entender quién conduce el proceso capitalista, y eso es Perón puro, ojo. La tercera posición, equidistante del liberalismo y del marxismo. Es una construcción superadora, presupone la existencia del Estado y de la sociedad organizada en pos de un objetivo común".

"El mejor homenaje que le podemos hacer a Perón es ver lo que hizo y tratar de acercar el bochín un poco, un poquito...", concluyó.